Incertidumbre y resiliencia del sistema económico territorial

En esta octava edición de la Guía de Excelencia Empresarial de Tarragona podemos continuar encontrando la información sobre cuáles son las principales empresas de la demarcación de Tarragona, en términos de volumen de facturación, con los últimos datos disponibles de 2020, procedentes de los Registros Mercantiles. De esta manera, podemos observar el impacto económico sobre la actividad de las empresas de nuestras comarcas, durante los primeros nueve meses y medio de la pandemia de Covid-19. Por lo tanto, a la hora de interpretar los nuevos datos de esta Guía y compararlos con los de la edición anterior, es necesario tener presente las condiciones del contexto de crisis sanitaria mundial y los diferentes niveles sectoriales de afectación, reflejando las diferencias en la vulnerabilidad y resilencia de las distintas actividades económicas.

Por otro lado, en relación a la estructura sectorial y comarcal de nuestra economía, los datos más recientes sobre la distribución del empleo en marzo de 2022, nos permite recoger la recuperación de la actividad económica dos años después del inicio de la pandemia. Ofreciéndonos una visión actual de la evolución, en términos de puestos de trabajo, en los diferentes sectores de nuestra economía. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que no están disponibles, desagregados a nivel territorial, los datos sobre trabajadores afiliados a la Seguridad Social entre septiembre de 2020 y enero de 2022, por lo cual no podemos observar su evolución temporal desde finales del 2020 y todo el 2021. En cualquier caso, los datos más actuales sobre empleo muestran esta recuperación de la actividad, previa a las consecuencias económicas de la guerra de Rusia contra Ucrania, iniciada a finales del pasado mes de febrero.

De esta manera, cuando los datos económicos nos empezaban a revelar los primeros indicios de la recuperación post-pandemia y podíamos hacer un balance global de los daños económicos en los distintos sectores, el ataque de Rusia a Ucrania vuelve a iniciar una nueva recesión en la economía mundial (además de las pérdidas irrecuperables de miles vidas y de millones de desplazados). El precio de la energía vuelve a dispararse, se encarecen algunos productos alimentarios básicos y se ponen en peligro algunas cadenas de suministro, factores que empeoran los niveles de inflación y frenan el crecimiento económico. Frente a este aumento de los niveles de incertidumbre y de riesgo, se pone de manifiesto la vulnerabilidad de determinados sectores económicos y la capacidad de resistencia de los sistemas económicos territoriales, depende de su grado de diversificación, flexibilidad y capacidad de adaptación. Es decir, de aquellas características que en términos de ecosistemas biológicos determinan su grado de resiliencia.

Esto no significa que no sea necesario acelerar determinados cambios estructurales, especialmente en actividades fundamentales como la generación de energías renovables, las vinculadas a la economía circular y a la bioeconomía, para poder desarrollar nuevos materiales más ecológicos, reducir la huella de carbono y desmaterializar nuestra economía, proteger la soberanía alimentaria e impulsar mejoras en el bienestar de las personas.