El Vendrell acondiciona las playas al gusto del chorlitejo
El Geven retira plantas y extiende conchas en una prueba experimental en Coma-ruga
El primer nido de chorlitejo ya ha aparecido en la playa de Coma-ruga. Se esperaba que la nidificación del ave fuese inminente. Una pareja ya ha depositado tres huevos.
Ahora es un momento crítico para que los huevos eclosionen por lo que se pide respetar las zonas acordonadas y tener especial cuidado con los perros ya que son la principal amenaza.
El grupo ecologista Geven ha iniciado esta temporada una experiencia para preparar las zonas de cría con las condiciones más adecuadas y preferidas por esta especie.
La adecuación de las playas se realiza retirando plantas ya que se ha comprobado que el chorlitejo opta por zonas más clareadas para asentarse.
De hecho, suele criar en zona más próxima a la orilla, lo que es imposible con la llegada de las épocas vacacionales y las playas llenas de personas.
Durante la pandemia, con la restricción de la movilidad, se vieron diversos nidos en primera línea de playa y muchos de ellos tiraron adelante.
Condiciones
Las zonas acotadas para proteger a la especie están en una segunda y tercera línea de costa. Ahora se intenta que tengan unas condiciones más parecidas a las preferidas por el chorlitejo.
Además de retirar plantas en tramos en recuperación se han lanzado conchas ya que el ave las utiliza para camuflar sus puestas. El nido encontrado está rodeado por una alfombra de conchas que el pájaro busca por la zona.
El pasado año no sobrevivió ninguna de las aves en la zona principalmente por la daños que causan los perros en las zonas de cría, como explica desde el Geven Ricardo Collado.
La principal amenaza es la de los perros sueltos, «mucho más que los gatos, gaviotas o cotorras», explica. «Los perros sueltos entran en las zonas de nidificación y dañan las puestas». Además pueden espantar a las parejas que buscan lugares para construir su nido.
Temperaturas altas
El chorlitejo patinegro llega a las playas después de un invierno en zonas de África, aunque con unas temperaturas cada vez más altas en épocas invernales permite ver a ejemplares durante el año.
La pérdida de su hábitat natural por la ocupación de las playas para uso recreativo, además de unas limpiezas intensivas con maquinaria daña sus espacios de asentamiento y cría ya que eliminan zonas donde hay pequeños insectos que son la base de su alimentación.
Después de décadas con presencia casi inédita e las costas de Tarragona, la especie volvió a ser vista y los diferentes municipios impulsan la delimitación de zonas de playa para ayudar a su asentamiento.
La nidificación comienza ahora y se alargará hasta finales de agosto. La pasada temporada entre Torredembarra, Calafell, Cunit, Cubelles y Sitges hubo 29 puestas y 25 ejemplares llegaron a edad adulta (más de 30 días).