Marc Montalvo marca la pauta

El jugador de Riudoms es el exponente del proceso que Agné quiere con los canteranos y ya sirve como modelo

Todos los seguidores del Nàstic, como los de cualquier otro equipo, soñarían con tener un once plagado de futbolistas de la cantera. Jugadores que tienen esculpido el escudo en su piel a base de golpes desde las categorías inferiores. Pero eso es algo muy difícil. Explicar los obstáculos daría para escribir un libro. O dos. Es más sencillo destacar los que son capaces de superarlos todos y poder establecerse en el primer equipo. La primera plantilla grana cuenta esta temporada con dos canteranos de pura cepa: Pol Domingo y Marc Montalvo. Dos caminos diferentes pero igual de válidos.

El de Pol, que no se ha podido estrenar esta pretemporada aún por una incómoda fascitis plantar, es un caso de impacto. Irrumpió con tal potencia en el equipo que ni siquiera Toni Seligrat, un técnico hasta la pasada temporada poco dado a la juventud, pudo evitar instalarse en el vestuario del Nou Estadi.

Marc Montalvo ofrece un camino más trabajado. Hace varios años que se viene hablando del centrocampista de Riudoms. De su inmenso talento que ha tenido que ser pulido con más paciencia antes de considerarlo como uno más de la primera plantilla.

En muchas ocasiones, la mayoría para ser más concretos, el entrenador de turno es el factor desencandenante. El técnico establece procesos, marca los saltos y define los impactos de la cantera en la plantilla. En función de muchas variables y contando el distinto potencial, así como el crecimiento de los jugadores. Raül Agné ha sido escrupuloso aplicando su personal metodología con los jóvenes. «Nos estamos planteando la evolución de los jóvenes muy en serio. Lo que tratamos es que el que llegue se consolide. Y eso se lo tienen que ganar ellos. Yo he sido un jugador de cantera y tengo mucho respeto por ellos», explicaba el preparador grana en la rueda de prensa tras el empate en el segundo amistoso ante el Huesca (2-2).

Un plan correcto

No es la primera vez el técnico de Mequinenza expresa su visión acerca del recorrido que deben trazar los futbolistas de la cantera: «Estoy cansado de ver aparecer y desaparecer canteranos. Hay un proceso». Un plan que Marc Montalvo «está haciendo cómo debe hacerse», dijo. Por eso «parece que lleve un montón de años jugando con futbolistas profesionales», añadió el entrenador del Nàstic.

La temporada pasada Marc Montalvo se tiró todo el año prácticamente entrenando con el primer equipo. Fue uno más en la dinámica de grupo. Y, sin embargo, apenas tuvo un minuto en toda la competición. Lo justo para registrar su debut con el Nàstic. Esta pretemporada, ya como futbolista de pleno derecho del primer equipo -aunque con ficha del filial-, ha sido de los jugadores más utilizados. No solo eso, sino que su participación en estos compases iniciales ha sido capital en la implantación de la nueva propuesta futbolística que Agné quiere para este curso.

El iniciador del juego

‘Monti’ es el primer pase. El iniciador del juego. El que debe marcar la pauta de la acción ofensiva. Ante el Huesca lo hizo partiendo entre centrales. Ofreciéndose como la mejor salida posible tanto para los zagueros como para Manu García. Su función es tan importante como arriesgada. Un error y el desenlace puede ser fatal como se vio en el primer tanto oscense. El canterano tiró de personalidad y se rehizo para completar un partido de quilates. Echando mano de toda la calidad en la conducción y la distribución de la jugada. Habrá que ver cómo se desarrolla la temporada para determinar si finalmente el proceso de Montalvo acaba completándose.

En cualquier caso, el centrocampista de Riudoms ya sirve como modelo para los canteranos que vienen. Jugadores como Robledo o Marc Álvarez, hechos en la Budallera que buscan un hueco en la primera plantilla. Este año tocará mantenerse en la dinámica de grupo. Esperar su momento y sobre todo aprovecharlo.

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