‘Venham mais cinco’

La historia está escrita y nos sirve para conocer, saber y sedimentar lo ocurrido años atrás. Lo que hallamos en los textos consultados es de índole diversa y depende de quién los escribió. Habitualmente acostumbran a ser los vencedores los que la escriben, aunque sin olvidar que con el paso del tiempo aparecen versiones muy diferentes escritas por otros, que vieron o no esa parte de la historia y con sus estudios dan una visión diferente a las plasmadas con anterioridad.

Hace años, en concreto hace medio siglo, en este primaveral mes de abril, cuando se acaban los fríos del invierno, empiezan a florecer las flores y despiertan las lagartijas o lo que quieran, aconteció un hecho que a mí me impactó profundamente y del que tengo marcados recuerdos. Entonces yo era un joven universitario que estaba inmerso en preparar los duros exámenes que se iban a presentar en breve. Lejos quedaban los sucesos del Mayo francés, que me habían cogido demasiado infantil, y el día 25 nace con un hecho muy trascendental que marcará la historia para nuestro país vecino, para el nuestro, para muchos de los que vivíamos entonces y para todo el mundo.

Vayamos a la historia. Portugal, abril de 1974, hace diez lustros, los lusitanos cansados de 48 años de la dictadura Estado Novo de Oliveira de Salazar y Marcelo Caetano, soldados y oficiales cansados de ir a colonias y los nativos con afán de independencia activan el movimiento gestado años atrás para dar otro impulso al país. El peso lo llevan jóvenes capitanes de MFA y la mano, el general Antonio de Spinola, y el cerebro de Otelo Saraiva de Carvalho con un lema semejante a «Hay que poner fin a la dictadura». Todo comienza el día 24 a las 22.00h, cuando suena por la radio E despois do adeus, de Paulo de Carvalho, canción que había ganado el festival RTP da Cançao y representado al país en el Festival de Eurovisión. Era la preseñal marcada para levantarse contra el poder. Un poco más tarde, la segunda y definitiva a las 00.20h del 25 de abril, empieza a sonar por radio Grandola, vila morena, de Zeca Afonso, himno que confirmaba la escasa respuesta del poder y la gran respuesta del levantamiento, al que se le van añadiendo el pueblo, estudiantes y trabajadores, sin resistencia por parte de la PIDE (la policía del Gobierno) y de otras fuerzas. En alguna calle de Lisboa, la joven Celeste Caeiro llevaba unos ramos de claveles y un soldado le pidió un cigarrillo. Como no llevaba, le entregó un clavel que este puso en el cañón de su fusil. No hay disparos y florecen más claveles en todos los cañones de las armas, hecho que fue el signo de la no beligerancia. Por ello, se le dio el nombre de la ‘Revoluçao do cravos’ (La revolución de los claveles). Fue una forma pacífica y decisión de cambiar el destino de Portugal.

Para seguir con la historia, José Manuel (Zeca) Afonso, Aveiro 2 de agosto de 1929- Setubal 23 de febrero de 1987 a causa de la ELA. Cantautor, maestro, poeta comprometido, fue gran parte de esta historia con una de sus canciones. Puede que muchos no lo sepan o puede que no sea la realidad. Para segunda canción, en principio estaba seleccionada Vinham mais cinco (Choca esos cinco), también de Zeca Afonso, prohibida por el régimen. A menos de un mes del levantamiento, el 29 de marzo, la gran Amalia Rodrigues cantaba en el Coliseu de Lisboa y entre otras muchas canciones entonó Grandola, vila morena. A este concierto asistía Saraiva do Carvalho, que no dudó un segundo en cambiar la canción para la consolidación de levantamiento. Zeca Afonso nos dejó muy bellas canciones, entre otras cosas.

En recuerdo a Portugal, tan cerca y tan lejos, que nos demostró y demostró al mundo entero hace medio siglo que las cosas se pueden hacer sin guerras, basta con la necesidad, las ganas, la inteligencia y con... música y claveles.

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