Sueltan mariquitas para combatir las plagas en Reus

Control biológico. Pequeñas cajas colocadas en las copas de los árboles liberan insectos que actúan como enemigos de especies no deseadas y evitan el uso de químicos

Liberar insectos para que mantengan a raya la proliferación de plagas en la vegetación de la ciudad. Es lo que está haciendo Reus a través de la suelta de «algunas especies polífagas, ya existentes naturalmente en el municipio, que ayudan a reducir el uso de productos químicos ante plagas complicadas de controlar de otra manera».

Se trata, en general, de «insectos alados que se alimentan de pulgones y otros insectos chupadores de los vegetales», tal como detallan fuentes municipales. Y el mecanismo es sencillo: «Se favorece la presencia de enemigos naturales propios de cada plaga y se reduce el tiempo de respuesta de estos, colocándolos en sitios estratégicos». Lo hacen los operarios que van instalando, por ejemplo, en las copas de los árboles, pequeñas cajas que contienen en su interior ejemplares de algunas especies como la chinche pirata, la mariquita, la mariquita de dos puntos, la crisopa o la chinche de la flor. Cuando no hay plagas, los insectos necesitan tener flores próximas para nutrirse de néctar o de polen.

La presencia de «insectos útiles»

La dosis que se aplica «es variable en función de la superficie, las dimensiones del árbol, la especie, la intensidad de la plaga a tratar o la presencia anterior de insectos beneficiosos». El método se utiliza para el árbol del amor, el olmo, la encina, el árbol del coral, el árbol del paraíso, el algarrobo o el tilo.

En diferentes puntos de la ciudad se podían ver estos días avisos que informaban de que «los insectos útiles son depredadores naturales que se alimentan de los insectos plaga» y que «la presencia de insectos útiles es un beneficio para todos ya que reduce el uso de tratamientos químicos», y pedían a los vecinos que no toquen las cajas. El concejal de Via Pública, Hipòlit Monseny, explica que «introducimos mecanismos ecológicos en la gestión de nuestras zonas verdes atendiendo al compromiso con la preservación del medio ambiente y la sostenibilidad, y el tratamiento biológico de plagas es una muestra de ello: nos permite reducir el uso de productos químicos con un sistema más respetuoso con el medio natural y también con las personas».

En cuanto al estado de las plagas, el Ayuntamiento indica que «se observan algunos adultos y ninfas de psila del cercis sobre el árbol del amor que aún producen melaza, aunque ya se ha hecho un tratamiento con abono foliar» y «sobre el acebo, hay pulvinarias y cochinillas acanaladas». También se han detectado varias poblaciones de moscas verdes y «de momento, no se observa presencia de tigre del plátano ni de psila de la tipuana».

El Ayuntamiento recuerda que las directivas comunitarias orientan hacia métodos no tóxicos, restringiendo cada vez más el uso de productos químicos y conduciendo el tratamiento de plagas hacia la lucha biológica.

Teniendo esto en cuenta, la utilización de técnicas como la liberación de insectos que combaten las plagas «se debe ir introduciendo cada vez más, y eso implica la aceptación de la presencia de organismos vivos en los espacios urbanos y también establecer unos umbrales de tolerancia a ciertas molestias derivadas de este tipo de gestión».

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