La procesionaria del pino ya hace semanas que campa por las zonas de pinares, zonas recreativas, parques y jardines con el riesgo de las urticaciones que causan a personas y animales domésticos, además de debilitar a los árboles.
En la Bisbal del Penedès han comenzado a colocar trampas para intentar reducir la población de esta oruga. Las trampas contienen feromonas sexuales para capturar a los machos y poder hacer un monitoreo para luchar contra su proliferación.
Pero además este año el Ayuntamiento de La Bisbal del Penedès recurre a un predador natural de la procesionaria. Se han instalado cinco cajas nido en diferentes zonas arboladas para intentar asentar aves insectívoras que tienen en su dieta a estos insectos.
Hormigas, avispas y chicharras, se comen los huevos de la procesionaria. El murciélago come las mariposas en verano, pero es repelido por el urticante de las orugas.
Aves
En cambio hay aves que devoran esas orugas como el carbonero común que incluso abre las bolsas y facilitan la llegada de otros como el herrerillo, el cuco o el críalo que también buscan esas presas.
Las cajas nido busca que se asienten esas especies que tienen en su dieta a la procesionaria en sus diferentes estadios

Cuando la oruga está bajo tierra el mirlo excava para buscar su presa, pero también el cuervo y la urraca son aliados contra la procesionaria.
En este sentido La Bisbal espera que las cajas nido instaladas ayuden a controlar la plaga.

Los expertos también señalan que otras especies que atacan a las orugas de procesionaria son unos hongos en el suelo que rompen el ciclo biológico de la oruga.