Estados Unidos intercepta un tercer petrolero frente a las costas de Venezuela
El buque Bella-1, sancionado por Washington, fue abordado mientras se dirigía a cargar crudo en Venezuela
Integrantes de Fuerzas Armadas estadounidenses en un helicóptero militar en el aeropuerto de Crown Point en Tobago (Trinidad y Tobago).
Estados Unidos ha intensificado su presión sobre Venezuela con la incautación del petrolero Bella-1, el tercer buque intervenido en apenas una semana frente a las costas venezolanas. Horas después de la captura del buque Centuries, fuerzas estadounidenses abordaron el Bella-1, sancionado desde junio de 2024, cuando se aproximaba a la costa del país caribeño para cargar sus depósitos de crudo.
La operación forma parte de la estrategia anunciada por el presidente Donald Trump, quien semanas atrás advirtió que bloquearía la entrada y salida de cualquier buque vinculado a la llamada “flota fantasma” de Venezuela. Según Washington, el Bella-1 está relacionado con la empresa Louis Marine Shipholding Enterprises, vinculada a la Guardia Revolucionaria de Irán y acusada de proporcionar apoyo financiero y tecnológico al régimen de los ayatolás.
Esta acción se suma a la serie de operaciones estadounidenses contra supuestas narcolanchas en el Caribe, que ya han provocado más de un centenar de muertes este año. La Casa Blanca asegura que los buques incautados financian el “régimen narcoterrorista de Maduro” y que la flota fantasma permite a Venezuela comercializar petróleo a pesar de las sanciones internacionales.
Mientras tanto, existen dudas sobre la naturaleza clandestina del Centuries. Algunos medios lo ubican dentro de la flota oscura, mientras que fuentes del sector energético en Caracas afirman que el crudo transportado pertenece a empresas chinas y que el barco no tiene vínculos con Irán. Ni el Pentágono ni la Guardia Costera han aclarado estas discrepancias, aunque confirmaron que la operación se realizó con normalidad y la tripulación colaboró plenamente.
El abordaje del Bella-1 aumenta la presión de EE. UU. sobre Nicolás Maduro y se produce en un contexto de alta tensión en la región, marcada por hundimientos de narcolanchas, muertes y amenazas de conflicto abierto por parte de la Administración estadounidense.
Maduro critica la actuación americana
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tachó este domingo de "piratería de corsarios" la confiscación de petroleros por parte de EE.UU., que hoy interceptó un tercer buque cerca del país suramericano, según medios de ese país, como parte de su despliegue militar en el mar Caribe.
En un mensaje en su canal de Telegram, Maduro habló en general y no se refirió a las dos confiscaciones efectuadas este fin de semana por EE.UU., que el sábado incautó un buque cisterna con bandera panameña que, según Washington, transportaba "crudo sancionado" como parte de la "flota fantasma" venezolana.