Cuatro hombres, de unos 30 años de edad, ingresaron este lunes en prisión por orden judicial como sospechosos de haber dado palizas a personas que caminaban por las calles de Calafell. Un agente de los Mossos d’Esquadra fuera de servicio que intentó evitar una de las agresiones también recibió graves golpes, especialmente en la cara. Otra agente también resultó herida.
Los hechos habrían comenzado la noche del pasado viernes. Al parecer, este grupo de agresores, de nacionalidad colombiana, iban por las calles de Calafell Platja en busca de ciudadanos magrebíes para agredirlos gratuitamente.
De madrugada, los agresores estaban en plena agresión a un hombre en la calle De Vilamar, paralela a la avenida de Sant Joan de Déu y perpendicular a la calle Monturiol. Por allí pasaban dos mossos d’esquadra, destinados a la comisaría de El Vendrell, y que no estaban de servicio. Inicialmente pensaban que se trataba de un robo con violencia. El agente se acercó para impedir los hechos y los delincuentes se encararon con él –la víctima huyó del lugar–. A partir de aquí comenzaron a darle puñetazos en la cara y también algún puntapié. La agente que lo acompañaba trató de impedir la agresión, pero la empujaron y la apartaron, sin que pudiera evitarlo.
Los vecinos vieron la agresión y alertaron a la Policía Local, mientras que la agente lo hacía a los Mossos d’Esquadra.
Una patrulla de la Policía Local fue la primera en llegar al lugar. Hablaron con las dos víctimas, a las que subieron al vehículo policial para llevarlas al Hospital del Vendrell.
Mientras los dos heridos subían a la dotación policial, la agente observó que por allí pasaban los cuatro agresores. En estos momentos comenzaron también a llegar patrullas de los Mossos. Entre todos consiguieron detener a los cuatro agresores.
Ninguno de los detenidos tenían antecedentes policiales. Uno de ellos tiene domicilio en El Vendrell.
