Sucesos

Golpe policial

Un narcoimperio dirigido desde la cárcel: cae en Tarragona una red que movía 100 kilos de cocaína al mes

La Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra desmantelan dos organizaciones criminales con un funcionario como mediador, ramificaciones en toda Catalunya y la Comunidad Valenciana, conexiones en Dubái, vehículos caleteados y hasta un taller clandestino en plena operación ‘tuning’ del narcotráfico

Colaboraban con empresas de alquiler de vehículos que les facilitaban coches sin registrar al usuario que los utilizaba ese día. Se han intervenido tres coches.Mossos d'Esquadra

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Salou, Cambrils, Torredembarra… y una celda en Tarragona. El crimen organizado había hecho de la Costa Daurada su centro logístico, operativo y hasta administrativo. Pero la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han desarticulado dos organizaciones criminales que llevaban meses introduciendo droga, móviles y objetos prohibidos en la cárcel de Tarragona (Mas d'Enric, en El Catllar), mientras se relacionaban desde allí con una red de tráfico de cocaína que movía hasta 100 kilos al mes.

El operativo, coordinado a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), se ha desarrollado en fases desde julio de 2023 hasta mayo de 2025. El jefe de operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, el comandante Héctor Muñoz, ha destacado que las principales explotaciones y desarticulaciones comenzaron en enero de este año.

Todo comenzó cuando agentes de los Mossos detectaron movimientos extraños en el centro penitenciario: presos con móviles de última generación, drogas circulando sin freno y un ritmo de entrada de objetos prohibidos que no cuadraba con los controles establecidos.

Pronto saltó la sorpresa: un funcionario de prisiones, con ingresos injustificados de más de 70.000 euros en efectivo, era el nexo entre los internos y el mundo exterior. No solo metía cocaína, hachís, heroína, cargadores y tarjetas SIM camufladas; también se reunía fuera del penal con narcotraficantes de peso.

El líder era un interno condenado por asesinato y tráfico de drogas que, lejos de reformarse, dirigía la organización desde su celda. Otro miembro también era un interno, y el funcionario trabajaba como enlace entre el interior y el exterior de la prisión, manteniendo contactos con otros grupos. 

Operaban con una gran logística: internos distribuían la mercancía dentro del penal, localizaban nuevos clientes y controlaban los pagos, mientras el funcionario actuaba como recadero. Pero esto solo era la punta del iceberg.

En las pesquisas, se detectó al trabajador de la cárcel yendo hasta el Delta de l'Ebre para reunirse con una organización exportadora de hachís

En las pesquisas, se detectó al trabajador de la cárcel yendo hasta el Delta de l'Ebre para reunirse con una organización exportadora de hachís, responsable de un desembarco en la playa dels Alfacs.

Una segunda organización

Tirando del hilo, los investigadores llegaron a una segunda organización mucho más potente y con vínculos con la primera y con el funcionario. Tenía su base de operaciones en Salou y tentáculos en toda Catalunya, además de La Rioja, Zaragoza, Valencia y Castellón. 

La segunda organización tenía su base de operaciones en Salou y tentáculos en toda Catalunya, además de La Rioja, Zaragoza, Valencia y Castellón

El líder, un hombre de 44 años que vivía en una zona acomodada del litoral tarraconense, mantenía un perfil bajo pero controlaba una red que generaba más de 25 millones de euros al año solo en cocaína. Cada mes, movían el equivalente a 100 kilos, con un ejército de transportistas, testaferros y técnicos al servicio del narcotráfico.

Según el sargento del Divisió d’Investigació Criminal (DIC) de la Regió Policial del Camp de Tarragona, Xavier Tenorio, “este grupo sorprendió a los investigadores por su capacidad de mover esa cantidad de cocaína, con una pureza del 90%”. De hecho, la droga ni siquiera se almacenaba cuando llegaba de los proveedores, sino que se repartía directamente a la red de clientes.

Se hallaron vehículos a nombre de terceras personas o empresas, pisos, almacenes, locales y comercios usados para celebrar reuniones

La investigación permitió también detectar instalaciones dedicadas al cultivo de marihuana en localidades como Les Franqueses del Vallès, en el Vallès Oriental.

Pequeños empresarios de Tarragona

Tenorio ha explicado que "la gran mayoría de personas investigadas son pequeños empresarios de Tarragona con una vida normal y corriente y con un perfil que, sin una investigación policial, habrían pasado desapercibidos".

La gran mayoría de personas investigadas son pequeños empresarios de Tarragona con una vida normal y corriente

El sargento ha añadido que "lo que sí que hacían era invertir lo que ganaban de forma ilícita en activos inmobiliarios en países como Dubái [algo habitual en el mundo del narcotráfico] o en criptomonedas".

La estructura era digna de una empresa multinacional:

Transportistas especializados en mover droga y dinero entre puntos de entrega, que conocían las 'guarderías' (pisos ocultos para almacenar droga) y manejaban coches con dobles fondos ('caletas') que se abrían por bluetooth. Concretamente, con una aplicación de un teléfono móvil encriptado que utilizaba la organización. El transportista se desplazaba hasta los lugares indicados para ir a llevar la droga, recogía el dinero y se lo llevaba al líder.

Mecánicos y electromecánicos que fabricaban los compartimentos ocultos y revisaban los coches para detectar posibles rastreadores policiales. Cuando tenían sospechas de que estaban siendo seguidos, transportaban los vehículos hasta dichos talleres para identificar posibles elementos de seguimiento.

• Un informático que diseñaba y manipulaba terminales móviles encriptados, de manera que, remotamente, podía borrar los datos si el teléfono era intervenido.

Empresas de alquiler de coches que prestaban vehículos sin registrar al conductor.

También utilizaban pisos, almacenes y locales comerciales para reunirse sin levantar sospechas, a menudo en la provincia de Tarragona. Algunos encuentros entre jefes narco se celebraban con medidas de seguridad casi paranoicas: vigilantes apostados en las inmediaciones, ubicación cambiada a última hora y móviles encriptados sin acceso a internet ni GPS. Todo esto para cerrar operaciones con absoluta discreción.

También se desmanteló un taller mecánico ilegal, donde se modificaban coches para ocultar droga o dinero

El despliegue policial ha sido meticuloso y escalonado. Entre los momentos más destacados:

• 6 de marzo de 2024: primera gran intervención en Vielha (Lleida), donde se desmanteló un intento punto de venta de drogas sintéticas (MDMA, éxtasis en roca, anfetaminas) y se detuvo a tres personas. "Aprovechando el aumento de demanda en invierno, intentaron establecer dicho punto de venta", ha aclarado Tenorio.

• 7 de enero de 2025: en Salou se intercepta un transporte con 200.000 euros en metálico destinados a saldar una deuda a uno de los proveedores de cocaína. En palabras de Muñoz, "una de las formas más efectivas para abordar las desarticulaciones de las organizaciones criminales es atacar tanto los beneficios que obtienen como el dinero que les permite invertir".

• 28 de marzo: interceptación en la AP-7 a la altura de Torredembarra de un coche con caleta hidráulica. En su interior: 15 kilos de cocaína de alta pureza. Posteriormente, se intervinieron dos máquinas contadoras de billetes, 342.368 euros, un revólver cargado, munición diversa y una pistola detonadora. Muñoz ha manifestado que, a pesar de que este grupo no había atacado de forma violenta, sí que se encontraba preparada.

• 14 de abril: redada final contra la red penitenciaria. Cayeron cuatro miembros, entre ellos el funcionario de prisiones, el principal transportista, y el líder interno, que ahora cumple condena en la prisión de Brians 1.

• 6 de mayo: fase final del operativo, con siete registros simultáneos en Salou, El Catllar, Cambrils y Segur de Calafell, además de Burriana (Castellón) y Montserrat (Valencia). Resultado: siete detenidos de entre 43 y 58 años, una pistola con puntero láser, dos cargadores, un chaleco falso de la Policía Nacional, 13.300 euros, terminales móviles encriptados, una plantación indoor con 111 plantas de marihuana y un nuevo vehículo caleteado.

Los cuerpos policiales han destacado la dificultad de investigar a estas organizaciones, pero han valorado el trabajo conjunto

También se desmanteló un taller mecánico ilegal, donde se modificaban coches para ocultar droga o dinero, con caletas sofisticadas. Algunas se abrían con sistemas hidráulicos.

El balance final no deja lugar a dudas:

• 19 personas investigadas (entre ellos internos que cumplían condena por diversos motivos), y 15 de ellas detenidas, de las cuales 7 han ingresado ya en prisión. Actualmente, 3 están detenidas y sin fianza.

• Más de 15 kilos de cocaína, 4 de hachís, varios de marihuana, MDMA y otras drogas sintéticas.

600.000 euros en efectivo.

• Dos armas de fuego reales, una pistola de aire comprimido, munición de varios calibres.

• Cuatro vehículos caleteados, terminales encriptados, documentación incriminatoria, maquinaria de conteo de billetes, y pruebas del blanqueo en el extranjero.

Tenorio ha destacado “la dificultad de investigar a estas dos organizaciones, sobre todo a la última, por el grado de medidas que tomaban a través de sus colaboradores”. Ese es el motivo por el cual las pesquisas se han alargado durante dos años. Muñoz, por su parte, también ha destacado esa dificultad y ha valorado el trabajo conjunto entre ambos cuerpos policiales.

tracking