Un hombre ha sido condenado por haber abusado sexualmente de cuatro menores en El Vendrell en menos de una hora. Se acercaba a ellos –tanto al mismo bloque donde vivían las víctimas, en la calle o en un salón recreativo– para realizarles tocamientos o pedirles actos sexuales a cambio de dinero.
Dos de las víctimas tienen doce años. La pena global es de cinco años de prisión, pagar una multa y órdenes a alejamiento para todos los casos.
Tras la rebaja de la pena propuesta por el fiscal, el acusado la aceptó, por lo que ya no fue necesaria una vista oral en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona.
El acusado es un ciudadano pakistaní de 38 años y que estaba en prisión preventiva por estos casos. Según la sentencia, sobre las ocho de la tarde del 5 de marzo del año pasado se adentró en el portal de un edificio de El Vendrell. Aprovechó que un menor, de 12 años, acababa de acceder para pasar detrás de él.
El procesado se dirigió a la zona de ascensor, donde esperaba la víctima. En este momento, comenzó a realizar tocamientos por encima de la ropa hasta que se abrió el ascensor.
Aprovechó que el menor se tuvo que agachar para recoger unas botellas que se le habían caído para tocarle los glúteos y se los apretó. El adolescente le recriminó su acción y le exigió que parara.
Segundo caso
Un cuarto de hora después, el encausado estaba caminando por la carretera de Calafell, en El Vendrell. Se cruzó con un menor –de 15 años–. Se acercó a él y, tras entablar conversación, le propuso mantener relaciones sexuales.
El menor se marchó apresuradamente y se dirigió hacia las dependencias de la Policía Local para informar de lo sucedido.
A las 20.39 horas, el encausado accedió a un local de ocio situado en la calle Les Mates. Allí estaba jugando con una máquina recreativa un menor, de 12 años, junto con dos amigas.
El ahora condenado se acercó al joven mientras rozaba su cuerpo con el de la víctima. Comenzó a preguntarle reiteradamente por cuestiones de carácter sexual, colocando sus brazos por la espalda del menor hasta llegar a los glúteos.
El hombre sacó la cartera mostrando al menor sus tarjetas bancarias, mientras le decía la expresión: «Cum, culo». Su intención era persuadirle para que accediera a realizar actos de carácter sexual a cambio de una remuneración.
Acto seguido continuó con los tocamientos hasta que el menor logró marcharse de la zona.
El último abuso
Finalmente, a las nueve menos cuarto de la noche, se dirigió a un supermercado situado en la calle Barcelona. Allí coincidió con un joven de 17 años, que se encontraba caminando por el lugar.
El procesado se aproximó a él e inició una conversación, mientras le acariciaba la mano y le preguntaba sobre su orientación sexual. Al mismo tiempo le colocaba su mano en la espalda hasta llegar a los glúteos, comenzando a realizar tocamiento.
Trató de persuadir a la víctima para que le acompañara a una zona abandonada situada en los alrededores para mantener relaciones sexuales, a lo que la víctima se negó. El mismo día de los hechos fue detenido.
Por el primero y segundo de los hechos, el procesado ha sido condenado a dos años de prisión, por el tercero a uno y por el cuarto a pagar una multa de 2.160 euros. Por los tres primeros casos no podrá acercarse a menos de 500 metros de las víctimas durante cinco años y por el cuarto, durante tres.
Cuando el encausado haya cumplido la mitad de la pena de prisión, se sustituye el resto por su expulsión de España, país al cual no podrá volver antes de diez años.
Tendrá que indemnizar a la primera y cuarta víctima con 2.000 euros por los daños morales, a la segunda con 1.000 y a la tercera con 1.500.
