J. J. Benítez: «Todas las religiones son negocios»

El escritor e investigador finaliza con ‘Belén’ la serie Caballo de Troya. Doce volúmenes que le han ocupado 38 años

29 diciembre 2022 15:51 | Actualizado a 29 diciembre 2022 16:09
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‘Belén’, el volumen número 12 de la saga Caballo de Troya cierra la serie que narra la historia de dos pilotos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) que, en un proyecto secreto, conseguían viajar en el tiempo al año 30 de nuestra era, a la antigua provincia de Judea, actual Israel. El objetivo era seguir los pasos de Jesús de Nazaret. Los resultados de la aventura, no obstante, difieren de los postulados defendidos por la Iglesia Católica. ‘Belén’ es una obra del investigador y escritor J. J. Benítez, publicada por Editorial Planeta. Unos volúmenes que le han ocupado casi cuarenta años de su vida.

Todavía le quedan cosas por decir después de tantos años...
Poco más. Son 7.044 páginas sobre la vida de Jesús.

¿Nació en Belén?
Sí, pero el 21 de agosto, no en diciembre, del año menos siete. La Iglesia cambió en el siglo IV la fecha de nacimiento porque le molestaba mucho la fiesta de las Dualias, que celebraban el alargamiento de los días a partir del 21 o 22 de diciembre. Pero es falso, Jesús no nace en diciembre.

Usted plantea que fue una crítica a los sacerdotes judíos corruptos lo que inició su persecución. Y justamente después a la Iglesia Católica se le pueden achacar muchas cosas similares.
Sí, se repite la historia porque la Iglesia no fue fundada por Jesús de Nazaret. Es un invento posterior. Cuando la estructura se fue haciendo grande empezaron a poner límites, jerarquías, dogmas, pero Jesús jamás fundó la Iglesia católica, nunca. Ni se le pasó por la cabeza.

Entonces, aquello de ‘Pedro, tú serás la piedra de mi Iglesia’...
Eso es una manipulación de los sucesores de Pedro. Jesús nunca dijo esa frase, jamás. Él habló de otra cosa, de una hermandad entre los seres humanos, pero nada más. Los Evangelios están manipulados en un 90 por ciento.

¿Por qué Jesús es tan incómodo para la Iglesia como para manipular su figura?
Porque trajo un mensaje muy concreto de esperanza, no vino a redimir a nadie. Y cuando Pedro, después de la muerte de Jesús, se reunió con los seguidores, con sus discípulos, con sus apóstoles, se dieron cuenta de que su mensaje auténtico, la esperanza, la vida después de la muerte, no vendía entre los judíos porque estos consideraban que la mujer no era igual al hombre ni el hombre libre igual al esclavo ni el rico igual al pobre. Y ese era el mensaje de Jesús. Es decir, igualar a todos los seres humanos desde el punto de vista espiritual. Entonces, como eso no vendía entre los judíos, decidieron hacer una religión en torno a la figura de Jesús.

De todas formas, la cultura occidental está basada en estos pilares.
La sociedad está enferma y no creo que tenga solución. Las religiones terminarán por desaparecer, todas. Yo incluso recomiendo a la gente que tiene un poco de sentido común, que si es posible huya de la religión porque solo esclaviza moralmente.

Entiendo que no es religioso...
Para nada. Creo en el Padre Azul, creo que Jesús de Nazaret fue un hombre Dios, pero eso no tiene nada que ver con la religión.

¿Un hombre Dios en qué sentido?
Jesús de Nazaret es un Dios creador, que decide encarnarse en la Tierra y vivir la aventura de los seres humanos, la vida.

Si hablamos de su aspecto físico, tenemos la imagen de Jesús tal cual la plasmó Leonardo. Y se dice que él tomó como modelo a su amante...
Es posible, pero Jesús de Nazaret no tiene nada que ver con la imagen de Leonardo. Era un ser espectacular para la época en la que vivió. Medía 1,81, tenía aspecto atlético, cabellos marrones...

Y una nariz judía, según dice usted.
Era lo único que desentonaba en su aspecto. Era típicamente judía, aguileña. Por ejemplo, la media de altura en aquella época entre los judíos era aproximadamente de 1,65 y Jesús destacaba entre todos. Era un ejemplar muy atlético, muy fuerte.

En cuanto a los milagros, ¿alguna persona coetánea a él los certificó o todo lo que se dice es posterior?
Hizo grandes prodigios. Algunos de ellos están recogidos en los Evangelios, pero la mayoría, no. De hecho, hizo muchos más prodigios de los que se nos han contado e incluso los que nos han llegado están muy mal contados. Por ejemplo, el del agua que se transforma en vino fue mucho más espectacular. Jesús seguramente sanó o curó a personas con síndrome de Down, a gente que entonces estaba considerada endemoniada. Los que verdaderamente hizo el maestro son muchos más y mucho más interesantes.

¿Pero son milagros o era un sanador?
Era un Dios con una capacidad y un poder extraordinarios. Un sanador no puede cambiar un síndrome de Down porque tienes que cambiar toda la carga genética de las células del ser humano. Esto no lo sabe hoy ni siquiera la ciencia ni devolverle la vida a un ciego en el nacimiento. Eso no lo puede hacer ningún sanador como lo entendemos en la actualidad.

Lo equipara a un Dios tradicional.
Es Dios, uno de los Dioses, hay millones de Dioses con mayúscula. Lo que pasa es que la religión no nos enseña nada de esto.

¿Quiénes son los reyes magos?
Por la información que aparece en los Caballos eran orientales, seguramente de la zona donde actualmente está Irak y recibieron un aviso de que había nacido el rey de los judíos. Se pusieron en camino en una caravana importante, no eran tres, sino probablemente muchos más y les condujo una luz, una estrella durante el día, porque no caminaban de noche y durante tres meses, hasta Jerusalén. Esto ratifica lo que todo el mundo cree ahora, que sí que existieron.

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¿La Iglesia se ha quejado de sus postulados en algún momento?
Sí, al principio, en el año 84 cuando apareció el primer Caballo de Troya. Tuve muchas críticas e incluso en el púlpito se pidió que quemaran mis libros como obra satánica. Pero ¿cómo va a ser una obra satánica si estoy defendiendo la divinidad de Jesús?

Sí, pero desde otra perspectiva.
Al final, todas las religiones son negocios.

¿Opresoras?
Una manera de sujetar las voluntades del ser humano. Eso es la confesión. Desde la Edad Media, prácticamente, significa sujetar la voluntad de los fieles porque conocen sus secretos.

¿Por qué una persona le debe creer a usted?
Yo no trato de convencer a nadie. Lo único que sugiero es que lean los Caballos, que contemplen la información que aparece ahí y con el mejor sentido común, que deduzcan quién podría tener razón. Así de simple.

¿Qué cree que hay después de la muerte?
Vida. Es lo que trató de comunicar Jesús de Nazaret. Según la información que aparece en los Caballos, al principio hay vida física y posteriormente, ya no se muere nunca más, se va progresando hacia luz que piensa. Es decir, el cuerpo orgánico va desapareciendo en beneficio de una sustancia energética luminosa. Eso es lo que se mal entiende como mundo espiritual.

¿Por qué mal entendido?
Porque la palabra espiritual se relaciona inmediatamente con la religión y no estamos hablando de religión. Estamos hablando de que después del dulce sueño de la muerte hay una vida física. Allí nadie juzga a nadie, que es otro de los errores de la religión.

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