Inglaterra comienza asustando

La joven generación de talentos ingleses destrozó la esperada muralla persa (6-2)

21 noviembre 2022 16:00 | Actualizado a 21 noviembre 2022 16:48
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No hubo color. Ni todo el simbolismo de erigirse en esperanza ante la compleja situación en Irán sirvió a la selección dirigida por Carlos Queiroz para plantar cara a Inglaterra. La joven generación de talentos ingleses destrozó la esperada muralla persa. Esta vez fue demasiado endeble para resistir los embates de una selección que tras dos buenos torneos, se planta en Qatar aspirando a todo si es que consigue controlar el volcánico entorno que siempre rodea a los 'Three Lions'. Llegarán retos de mayor altura para la subcampeona de Europa, pero su ataque ya intimida, por calidad y cantidad, tal y como demostraron los prometedores Saka y Bellingham, dos estrellas nacidas en el siglo XXI.

Justo como se esperaba, la selección iraní cedió el control del juego al conjunto inglés, consciente de su teórica inferioridad pero también confiada en su capacidad de resistencia ante el dominio rival. Más allá del susto con el portero Beiranvand, sustituido tras un fuerte impacto con su compañero Hosseini que le provocó una hemorragia nasal y una conmoción, el combinado de Queiroz se defendió sin excesivos apuros en el comienzo. Se empleó con dureza el equipo asiático, difícil de superar cuando se repliega y defiende ordenado, frente a la posesión de balón inglesa, algo estéril por la ausencia de profundidad.

Se echaba de menos la aparición del talento 'pross' en las inmediaciones del área adversaria. Apenas un disparo de Bukayo Saka muy fácil para el incorporado desde el banquillo Hossein Hosseini y otro remate de Mount al lateral de la red. Nervios propios del debut, pero el paso de los minutos fue soltando a los hombres de Southgate. Comenzaron a aparecer la profundidad de Trippier y el desborde de Saka por la banda derecha y ya el escenario fue otro. Maguire se topó con el larguero tras un cabezazo en el que impuso el empuje físico, su mejor virtud, y al aviso le siguió el castigo para Irán. Esta vez el servicio llegó desde la izquierda, obra de Shaw, y el que remató la faena fue uno de los jóvenes más en forma, el prometedor Jude Bellingham, con un sutil testarazo sin contestación posible.

La desventaja alteró el guion de Irán, una selección más dispuesta a defender el resultado que a pugnar por darle la vuelta. Inglaterra siguió llegando con asiduidad a los dominios del rival y el cántaro volvió a romperse gracias a los méritos de otro talento joven. La sensación del Arsenal Saka no desaprovechó un balón rechazado en el área y con su zurda describió una parábola indescifrable para Hosseini. La lata estaba definitivamente abierta y la fiesta de los 'Three Lions' oficialmente inaugurada, pues apenas minutos después, con los roles intercambiados, el capitán Harry Kane ejerció de asistente y Sterling de '9' puro para firmar el 3-0. Partido totalmente resuelto al descanso, que se hizo esperar después de un histórico añadido de casi quince minutos por la atención médica a Beiravand, en el que llegó la primera ocasión para Irán, una volea alta de Jahanbakhsh.

Lluvia de goles Hasta tres cambios introdujo Queiroz al descanso, sabedor de que el partido estaba ya prácticamente perdido pero en busca de al menos maquillar la imagen de su equipo antes de los dos partidos que definirán su futuro en esta Copa del Mundo. La cosa mejoró algo para la selección asiática, con una presión más intensa ante la circulación inglesa que desplazó el foco de la acción lejos de sus dominios. Parecía que amainaba la tormenta para Irán cuando Saka volvió a hacer de las suyas. Majid Hosseini le dio demasiado espacio al 'gunner', que amagó varias veces para acabar golpeando ante la endeble zaga iraní.

El cuarto mazazo del duelo no hundió al cuadro persa, sino que definitivamente lo soltó ya sin presión. Golizadeh frotó la lámpara con un gran pase para el mejor destinatario posible entre los suyos, pues Taremi acreditó su condición de goleador solvente en el Oporto con un disparo secó y ajustado al larguero. Fue el oasis en el desierto iraní, pues poco después, ya con sangre fresca en Inglaterra tras cuatro cambios simultáneos de Southgate, Rashford se apuntó al festín en el primer balón que tocó. Con el duelo ya totalmente liquidado, quedó para la posteridad el detalle de las seis sustituciones de Irán, un caso extraño motivado por el cambio forzado por conmoción cerebral del portero Beiranvand, que según la nueva reglamentación de la FIFA no computa para el límite de cinco.

Fue la anécdota de un encuentro sin demasiada emoción, pero que al menos dejó para el final la traca de los tantos de Grealish y Taremi, que redondeó su doblete particular y suavizó el castigo para Irán desde el punto de penalti, cuando ya se habían consumido los trece minutos de añadido, que sumados a los catorce de la primera parte dejaron un partido de casi 120 minutos. El nuevo fútbol.

Ficha técnica

Inglaterra: Pickford; Trippier, Stones, Maguire (Dier, m.70), Shaw; Rice, Bellingham, Mount (Foden, m.71); Saka (Rashford, m.70), Kane (Wilson, m.76) y Sterling (Grealish, m.70).

Irán: Beiranvand (Hosseini; m.19), Moharrami, Pouraliganji, Cheshmi (Kanaani, m.46), Hosseini, Mohammadi (Torabi, m.63); Hajsafi, Karimi (Ezatolahi, m.46) y Noorollahi (Azmoun, m.78); Taremi y Jahanbakhsh (Gholizadeh, m.46).

Goles: 1-0. Bellingham, m.35, 2-0. Saka, m.43, 3-0. Sterling, m.45+1, 4-0. Saka, m.62, 4-1. Taremi, m.65, 5-1. Rashford, m.71, 6-1. Grealish, m.90 y 6-2. Taremi, m.102.

Árbitro: Raphael Claus (BRA) amonestó a Jahanbaksh (m.25), Pouraliganji (m.49) por parte de Irán.

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