Las remontadas ‘exprés’ lastran al Nàstic

El Fuenlabrada volteó el gol inicial grana con dos tantos en cuatro minutos y la Real Sociedad B lo logró en menos tiempo, tres minutos

23 octubre 2023 20:40 | Actualizado a 24 octubre 2023 07:00
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Los partidos ante Fuenlabrada y Real Sociedad B tuvieron un mismo denominador común, ambos equipos remontaron el tanto inicial del Nàstic en menos de cinco minutos. Los madrileños necesitaron cuatro para voltear el gol de Borja Martínez, y los donostiarras uno menos, tres, para ponerse por delante en el marcador del Nou Estadi. Dos historias que se repitieron en dos jornadas consecutivas, aunque analizadas meticulosamente son algo diferentes.

En el Estadio Fernando Torres se produjo una desconexión total. El Fuenlabrada pilló al Nàstic embobado. Le sometió a un lluvia de centros laterales en apenas cinco minutos que los granas no supieron afrontar. Entraron dos remates de Fer Ruiz, pero antes, hubo ocasiones para que la remontada se hubiera producido antes. El equipo no pudo, ni supo reaccionar y acabó encajando la primera derrota del curso.

Contra el filial txuri-urdin esa desconexión no fue tan clara. Si bien, tras el tanto de Andy y la oportunidad de Pablo Fernández -que acabó con dos puntos de sutura en la cabeza- que pudo suponer el 2-0, el equipo reculó unos metros, dejando al ‘Sanse’ el dominio de la posesión, ese control no se tradujo en ocasiones claras, hasta la segunda mitad.

Los dos goles llegaron con tres minutos de diferencia. El de Ekain Azkune sí tuvo más elementos criticables. La facilidad con la que el Zoilo puso el centro o el remate entre el central y el arquero. El segundo, a parte de la falta que precede al tanto donostiarra, es un golazo. Eder García soltó un misil imposible de predecir. Tuvo tiempo para cargar el pie y para soltarlo con un cañonazo a la escuadra de la portería de Alberto Varo. Nadie esperaba que le fuera a pegar. Nacho González optó por esperar en la frontal para cubrir más espacio y Borja Martínez no llegó a tiempo para frenarlo. Una combinación de factores que se aliaron para dejar al Nàstic por detrás en el marcador.

A diferencia de Fuenlabrada, el conjunto dirigido por Dani Vidal tuvo capacidad de reacción. Asumió las riendas del choque y sometió al rival, como lo había hecho en las primeras jornadas. Trigueros volvió a sacar rédito de una jugada a balón parado. Un saque de esquina cerrado, como el ‘Sant Magí’ que dieron los tres puntos frente al Arenteiro, que el toledano remató a la red, adelantándose a todos los defensores vascos.

El arrebato tarraconense se alargó más allá del empate. Seguramente, favorecido por la expulsión de Goti. Asedió el área del Sanse y dispuso de ocasiones claras. El control, recorte y golpeo rizado de Mario Rodríguez; el testarazo de Gorka Santamaría a centro de Marc Fernández; o la más clara, el remate de Trigueros tras la cantada del portero visitante que fue a parar contra las piernas del único defensor donostiarra.

El 2-2 no se movió y el Nàstic encadenó su tercera jornada sin ganar. Una racha que no le ha bajado del liderato. Quizás no es la más adecuada para visitar Riazor, pero tampoco es alarmante. El equipo sigue siendo reconocible y fiable, aunque haya perdido solvencia defensiva. Además, los granas siguen mandando con un punto de ventaja sobre Celta Fortuna y Ponferradina, y con tres de margen respecto al play-off, y acumula un mes y medio en el liderato del grupo.

Pablo Fernández acabó el partido con dos puntos de sutura tras un golpe en un saque de esquina
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