El Nàstic se atasca y empata ante el Real Sociedad B (2-2)

El Nàstic encadenó su tercer partido consecutivo sin ganar. Empató ante la Real Sociedad B (2-2) en un choque que empezó ganando, se puso por detrás, empató y pudo ganar en unos minutos finales con superioridad numérica y ocasiones.

Después de perder en Fuenlabrada, el cuadro de Dani Vidal tenía la necesidad de recomponerse y demostrar que también sabe salir de situaciones complicadas. Lo logró a medias. Le marcó dos goles a un rival que solo había encajado dos en lo que va de liga, pero también perdió esa fuerza defensiva que le había caracterizado en este arranque de liga. Lo peor es que lo hizo de la misma manera que la pasada jornada. Una desconexión fatal de tres minutos que permitió al filial donostiarra remontar.

Supo reaccionar. Levantarse en armas y recuperar todo el terreno cedido. Trigueros igualó el choque y pudo decantarlo en un remate sin portero que la defensa despejó bajo palos.

Jardí y David Concha ocuparon las dos posiciones ofensivas en duda antes del partido. La defensa y la media eran inamovibles. Igual que Pablo y Andy. Solo quedaban esas dos ‘ventanas’ libres que Dani Vidal entregó al reusense y al cántabro. La misión de ambos, era la de resquebrajar esa sólida defensa, la mejor del grupo 1 de Primera RFEF, que solo había encajado dos goles en los primeros ocho partidos. 17 minutos después del pitido inicial ya eran tres. Andy Escudero recogió un balón en el balcón del área y con un tiro raso lo embolsó en la red. Tercer gol del alicantino que está convirtiéndose en uno de los jugadores diferenciales del equipo en este inicio.

El gol de Andy facilitó un trabajo que se auguraba complicado. No solo los números avalaban el nivel defensivo de la Real Sociedad B. Sergio Francisco, técnico del Sanse, plantó un línea de cinco que engullía todos los intentos granas de pasar a través de ella. La única rendija la ofrecía Dadie. Al extremo era al que más le pesaba jugar en defensa. El Nàstic encontró en sus errores la fórmula para llegar al área donostiarra. Joan Oriol aprovechó un resbalón del jugador del Sanse para plantarse hasta la línea de fondo y entregar un pase de gol a Jardí. La agarró el reusense de primeras, pero el meta Ayesa logró despejar.

Marcó Andy y aún pudo llegar el 2-0. El ‘10’ colgó al área con uno de esos golpeos suyos tan endemoniados. Pablo conectó con el esférico, pero demasiado escorado y no pudo dirigirla a puerta.

El partido entró en un fase diferente. Una etapa de control txuri-urdin con el Nàstic defendiéndose estoicamente.

El Sanse baila al son de Marín y Goti. Dos futbolistas descomunales. El primero ha sumado ya minutos en Anoeta y el segundo ha demostrado suficiente personalidad para volar de Lezama a Zubieta. Dominaron el escenario y generaron la sensación de que el 1-0 no iba a ser el resultado final.

Sí fue el marcador al descanso. Pero tras reanudarse el juego, duró cuatro minutos. Se repitió la misma historia que en Fuenlabrada. Desconexión defensiva y la Real Sociedad B remontó el partido.

El Nou Estadi, bastante tranquilo hasta el momento, se encendió con el 1-2, por una falta previa sobre Andy. Bastante clara. Fue una muestra de que el colegiado Álvaro Cánovas anda verde para Primera Federación. Empezó a perder el control del partido. Dudaba en cada acción. Quizás recorcomido por la falta del 1-2, perdonó la roja a Montalvo en un contragolpe visitante. La falta no era excesiva, pero era el último defensor. Unos minutos después sí la mostró a Goti por una agresión sobre Pablo. Por entonces, el Nàstic había logrado el empate en un saque de esquina cerradísimo que Trigueros desvió a la red.

Tenía 20 minutos en superioridad numérica el Nàstic para rematar al remontada. El mismo Trigueros tuvo la oportunidad. Con el portero vencido remató a bocajarro, pero la defensa despejó sobre la misma línea de gol.

Pablo, que está en todo, en ataque, defensa, creación y hasta en la provocación de expulsiones. Bajó con el cuerpo uno de los incontables balones y remató de volea a las manos del portero.

Mario y Gorka también rozaron el 3-2. No llegó y el Nàstic no pudo sumar más que su segundo punto en tres jornadas. Mal asunto para encarar las dos próximas jornadas lejos del Nou Estadi.