Todo al rojo: El Juvenil A del Nàstic ya es equipo de División de Honor

Los granas derrotaron al Sabadell (2-0) y sellaron el ascenso a la máxima categoría de juveniles

27 abril 2024 15:48 | Actualizado a 28 abril 2024 10:00
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El Juvenil A del Nàstic ya puede presumir de ser un equipo de Honor con todas las de la ley. El conjunto dirigido por Alex Accensi ha regresado a la máxima categoría de juveniles tras un año en la liga Nacional. El descenso el curso pasada fue traumático. Abandonar la élite juvenil nunca resulta sencillo y menos para un Nàstic que debe tener como una obligación tener a su juvenil en ese territorio. Por fortuna, se ha recuperado el sitio solo una temporada después. La victoria ante el Sabadell (2-0) desató la locura entre unos jugadores granas que celebraron a lo grande un ascenso cantado. Se lo han ganado a pulso. El Juvenil A vuelve al lugar que le pertenece.

No todos los días se asciende a la máxima categoría de juveniles del fútbol español. Por eso, la Ciudad Deportiva del Nàstic se vistió de gala para su primer gran día. El Juvenil A se jugaba el ascenso a la categoría de División de Honor frente al Juvenil B del Sabadell. Una victoria, incluso un empate les valía, así que las opciones de que se desatase la felicidad tras el pitido final eran muy elevadas. No quisieron perdérselo ni el presidente, Josep Maria Andreu, ni varios hombres importantes de la cúpula grana. Tampoco, Fredik Wester, accionista grana que disfrutó del hito en directo.

Era una mañana fría de sábado. Incluso amenazaba lluvia, pero eso no impidió que fueran más de los habituales los seguidores granas que se acercaron a disfrutar del partido. Muchos incluso pisaron por primera vez la nueva Ciudad Deportiva. Las gradas, situadas solo en una parte del campo, se quedaron pequeñas así que los seguidores granas se repartieron por diferentes zonas alrededor del verde.

El Juvenil A del Nàstic compareció consciente del reto. Ascender nunca resulta sencillo y los nervios por hacerlo se podían comprobar en el terreno de juego. Se palpaba el nerviosismo en las botas de los jugadores. Pese a ello, el conjunto grana siempre mostró su competitividad, esa que le ha llevado al éxito.

El partido comenzó roto. Ambos equipos consiguieron generar peligro en la portería rival. Metieron miedo en el cuerpo al rival, pero no consiguieron adelantarse en el marcador a pesar de que tuvieron serias opciones para ello.

El Nàstic abrió el campo con Virgili y Subirats haciendo daño por las bandas. El Sabadell sufría para atarlos en corto, pero a los granas les estaba faltando temple en la penúltima y la última acción.

Con ese sentir se marchó el partido al descanso. Pareció ser un toque de atención para un conjunto grana que saltó a la segunda mitad con otra cara. Más tranquilo, más dominador. Con ganas de cerrar la tarea y empezar la fiesta del ascenso.

Los buenos minutos granas tuvieron premio. Fue en una jugada en la que Enric Pujol impuso su ley aérea y le quitó el cuero de las manos a Pagés. Su remate de cabeza entró en la portería rival y los jugadores del Juvenil A hicieron una piña, conscientes de que el paso para el ascenso era de gigante.

El Sabadell amagó con reaccionar, pero el Nàstic le sentenció en los instantes finales. Fue en una buenísima jugada de Wanjala, atlético central con un gran juego de balón, que dividió con el cuero y encontró a Virgili al espacio. El extremo grana definió con calidad por encima de Pagés.

Su tanto fue el del ascenso porque los jugadores juveniles del Nàstic ahora sí que dibujaron en sus rostros las sonrisas del ascenso. Tras el pitido final se fundieron todos en una piña. El ascenso era un hecho. No faltó el manteo a su técnico, Alex Accensi, ni tampoco la celebración con los padres, esos que sufren igual o más que sus hijos. El Nàstic vuelve a tener a su juvenil en División de Honor. Era necesario.

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