Paulo Santos, presidente de la ANAV, confirmó ayer martes su «deseo personal» que las centrales nucleares del grupo ANAV -Vandellòs II y Ascó- sigan operando después del 2030 y de 2035. Aun así, Santos admitió que, «aunque hay esperanza, ésta no es una decisión que esté en sus manos» y que dependerá, en buena medida, de la formación política que ocupe el ejecutivo central, aunque a día de hoy la posición del gobierno del estado es «firme» en esta materia en relación a las fechas de su cierre definitivo.
Desde la dirección de ANAV aseguraron que, a diferencia de años anteriores, actualmente hay un resurgimiento de la visión que se tiene de las centrales nucleares a nivel europeo, hecho que puede facilitar tambíen la continuidad de las nucleares no solo en España, sino también a nivel europeo.
Santos insistió que lo que «sí está en sus manos es operar de forma segura, producir energía, no sufrir ningún tipo de incidente en todo este proceso y estar preparados por si finalmente, se puede seguir trabajando más allá de las fechas inicialmente marcadas por el Plan de Energía y Clima.
El director general de la ANAV aseguró que el grupo tiene una política activa de renovación de personal y formación continuada de sus trabajadores en materia de seguridad.
