El accidente aéreo en Los Alpes nos recuerda, una vez más, que el espacio no es el hábitat natural del hombre, aunque lo hayamos conquistado desde hace tanto tiempo.
Todo comenzó en París, cuando los hermanos Montgolfier presentaron en sociedad su globo de tela que se elevaba con aire caliente. Esta primera ascensión, desde los jardines de Versalles, el 19 de septiembre de 1783, no contó con pasajeros humanos. En la cesta colocaron un corderillo, un gallo y un pato.
A la vista del éxito, dos tripulantes se atrevieron en la demostración del 21 de noviembre: Pilatre de Rozier y el Marqués de Arlandes. Todo fue bien, y Pilatre le cogió afición a volar y se elevó mediante diversos globos, hasta que intentó cruzar el Canal de la Mancha, en compañía de Pierre Romain, el 15 de junio de 1785. De esto hace 230 años. El globo estalló. Fueron las dos primeras víctimas de un accidente aéreo.