Reus ya cuenta con un plan de medidas para situaciones de sequía

En estado de alerta, como el actual, cada habitante puede gastar hasta 250 litros de agua diarios. El riego está restringido

21 julio 2023 19:23 | Actualizado a 21 julio 2023 19:40
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La ciudad de Reus ya cuenta con su propio Plan de Emergencias ante situaciones de sequía. Un documento que recoge qué procedimientos y restricciones hay que seguir ante episodios de falta de agua, como el actual. Y es que cabe recordar que la capital del Baix Camp entró en alerta el pasado 13 de junio, igual que el resto de municipios que se abastecen de agua del Ebre a través del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT).

El plan, aprobado definitivamente por unanimidad en el primer pleno de este mandato del Ayuntamiento de Reus, celebrado este viernes 21 de julio, marca medidas a tomar en base a tres escenarios: prealerta, alerta y emergencia. Mientras que en el primero de los casos (prealerta), se prevén acciones de comprobación de la situación de los recursos hídricos, analíticas o revisión del estado de todos los pozos y toda su maquinaria; en el segundo, el de alerta (el actual), se prevén medidas como la puesta en marcha de pozos que habitualmente no son usados, reducción del agua suministrada del CAT y también limitaciones de consumo de agua de la población. Como ha detallado el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, en estado de alerta se contempla que cada habitante pueda gastar hasta 250 litros diarios de agua. No obstante, en el propio documento se indica que este límite «está muy por encima» del consumo real, por lo que el ciudadano no lo notaría.

En este estadio también hay restricciones en el riego de jardines (tan públicos como privados). Y es que solo puede hacerse por la noche, en horario de 20 a 08 h, y en jardines particulares, dos días por semana. En cuanto a las fuentes ornamentales, quedan fuera de servicio. Otras cuestiones contempladas son referentes a las piscinas privadas: solo se puede usar agua para rellenar parcialmente aquellas que dispongan de un sistema de recirculación y que sea por efecto de la evaporación y limpieza de filtros. También puede hacerse el primer llenado de una piscina de nueva construcción y usar de desmontables en centros de educación con capacidad de hasta 500 l.

En un escenario más extremo, es decir, en estado de emergencia, el agua por habitante se reduciría a 200 litros diarios. El riego de jardines y zonas verdes, tanto públicos como privados, quedaría prohibido. Tampoco podrían limpiarse las calles con agua potable. En cuanto a las piscinas, la situación sería similar a la de alerta, pero en caso de emergencia no podría llenarse una piscina de nueva construcción. En todo caso, las limitaciones no serían aplicadas en piscinas de agua de mar.

«Con este documento, damos cumplimiento al Pla Hidrològic Nacional, que establece que todos los municipios de más de 20.000 habitantes deben tener su propio plan para situaciones de sequía», recordó el concejal Daniel Rubio.

Desde la CUP, la concejala Mònica Pàmies ha subrayado la necesidad de disponer, también, de medidas preventivas. «Está muy bien tener un plan de sequía para cuando ya tenemos sequía, pero lo que es importante es prevenir», ha exclamado. Pàmies ha recordado que el consumo ciudadano en Reus es «ejemplar» y ha reclamado, una vez más, la recuperación del agua de la depuradora, que «deja ir 5 millones de metros cúbicos de agua cada año». «Esto, junto al 1,5 millones de m3 anuales que se pierden por el mal estado de la red, evitaría tener que utilizar el agua del pantano de Riudecanyes y Siurana», ha añadido la cupaire.

Ante este planteamiento, el concejal de Medi Ambient ha tachado de erróneo creer que «cuando reaprovechemos agua de la depuradora no necesitaremos de Riudecanyes». Según su planteamiento «el agua de la depuradora no puede ser consumida».

El concejal de Vox, Julio Pardo, ha expresado que en el plan echa en falta medidas, como de divulgación ciudadana sobre el racionamiento del consumo de agua «y, sobre todo, la reparación de fugas y pérdidas de toda la red, tanto pública como privada, que no deja de ser una pérdida importantísima de agua de boca».

También Teresa Pallarès, concejala de Junts per Reus, ha hecho hincapié en la necesidad de hacer pedagogía y, con visión de territorio, ha recordado que el problema del agua «no es únicamente de Reus». También ha señalado que «sin duda, llegaremos al punto en el que la gestión del agua del CAT será la que podrá asegurar que la ciudadanía de Reus tenga agua de boca». Cabe señalar que, como se indica en el mismo Plan de Emergencias, Reus recibe, principalmente, del Ebre (a través del CAT), con un 50%. Un 30% de procede de Riudecanyes y el 20% restante, de minas y pozos.

La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, ha subrayado que, en cuestión de agua, «la ciudad ha hecho históricamente los deberes y, obviamente, en el presente y el futuro los seguiremos haciendo» porque es «una deuda que tenemos, no solo con la ciudad, sino con el territorio». «El Ayuntamiento de Reus tiene que liderar esta lucha», ha concluido.

La reforma del Carme avanza

El pleno de este viernes también ha servido para dar un nuevo paso hacia la regeneración del barrio del Carme, concretamente del área del actual parking de Sant Benet, tal y como ya se avanzó esta semana. En esta zona es donde se proyecta la creación de un nuevo CAP (supondrá el desdoblamiento del de Sant Pere), un parking subterráneo y la construcción de viviendas de protección oficial. Lo que se ha aprobado hoy de forma inicial es la modificación puntual de la revisión del Pla General d’Ordenació Urbana. Una modificación que se enmarca en el acuerdo alcanzado con Incasòl y CatSalut. Desde la CUP, Mònica Pàmies se mostró crítica con que «el Ayuntamiento se limite a ofrecer el 30% de viviendas de protección oficial, que es el límite».

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