Desde ayer las 85 plazas de párking de la segunda fase del Parc del Francolí, hasta ahora libres, han pasado a ser de pago. Así estaba previsto en el convenio firmado por la Fundació Onada y el Ayuntamiento de Tarragona. El convenio establece que la fundación, dedicada a la integración de personas con discapacidad y/o trastorno mental, se encarga del mantenimiento y la jardinería de todo el parque (cerca de 12 hectáreas) a cambio de lo obtenido con la gestión de los aparcamientos y el chiringuito instalado al lado de la zona del barco pirata.
La fundación gestiona desde el 2013 el párking de la primera fase, que tiene 295 plazas. Actualmente cuentan con unos 140 abonados, aunque, reconoce la directora de la fundación, Marta Tutusaus, la rotación todavía no es la deseable, por lo que el proyecto aún no es sostenible. Actualmente están buscando alternativas para conseguir más usuarios. Una de las medidas es la puesta en marcha de una tarifa única de 2 euros los domingos (entre semana es de 0.025 euros por minuto, el mismo que otros de superficie) para quienes van a pasar el día en el parque.
La nueva zona que entró ayer en funcionamiento sólo será para abonados y los abonos costarán entre 30 y 45 euros al mes, según los horarios elegidos.
Contexto complicado
Explica Tutusaus que el proyecto del Parc del Francolí es crucial para entidades como Onada, ya que, en medio de la crisis, les resulta casi imposible competir en los concursos de las administraciones públicas en sectores en los que trabajaban hasta ahora, como limpieza y jardinería. «Nosotros necesitamos más trabajadores para realizar la misma tarea que hacen las empresas convencionales», recuerda. A esto se suma el hecho de que la Generalitat ya no subvenciona el 50% del sueldo de los trabajadores de los centros especiales de trabajo y sólo lo hace con los contratados previamente.
Gracias al proyecto del parque se da trabajo a 18 personas con discapacidad, aunque la cifra se ampliará a finales de año.
En lo que a integración se refiere, el proyecto ha tenido un resultado más que positivo, explica Tutusaus, quien resalta la gran complicidad que tienen vecinos y usuarios con los trabajadores. Además, en el parque han puesto en marcha una amplia oferta de actividades lúdicas y culturales durante todo el año.
