Estudiantes del tercer curso de la asignatura de Tecnologia Mecànica del Grau en Enginyeria Mecànica de la URV han diseñado un aparato que permite realizar un cribado de microplásticos en las playas. El prototipo ha sido fabricado por alumnos de formación profesional en el ámbito de la Fabricació Mecànica del Institut El Palau de Sant Andreu de la Barca.
Se trata de un proyecto cooperativo que se enmarca en el programa de Aprenentatge Servei, y que ha sido financiado por el Consell Social y el Institut de Ciències de l’Educación (ICE) de la URV a través de una ayuda puente para proyectos educativos coordinado por el Institut Pere Martell
El aparato ha sido cedido a la plataforma ecologista Salvem la Platja Llarga de Tarragona para que haga uso y pueda llevar a cabo recogidas de polímeros en la playa. De esta forma, se da respuesta a un problema medioambiental vigente como es la cantidad excesiva de microplásticos en la costa.
«Incluir dentro de la docencia la parte social para buscar soluciones es una buena fórmula», explica Jordi Llort, miembro de la entidad, que también se muestra agradecido por la cesión de la máquina.
Detrás de la tarea está el equipo de estudiantes universitarios de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Química (ETSEQ) que se han encargado de realizar el diseño del prototipo: Farah Bouziani, Guillem Amigó, Adrià Curto, Júlia Belmonte, Judit Domínguez, Gerard Llobregat y Haibo Zhu.
La valoración
Curto y Llobregat, en representación del grupo, valoran el buen trabajo realizado: «Nos reunimos con la plataforma y comprobamos de primera mano la gran cantidad de microplásticos en las playas. Ha sido un proyecto que ha requerido mucho trabajo y esfuerzo involucrando a un instituto, la universidad y las entidades». De esta forma pretenden dar visibilidad a un problema frecuente del litoral y guardan la experiencia y la satisfacción de haber hecho de ingenieros en esta asignatura.
Una satisfacción compartida también por el resto de partes implicadas. Albert Fabregat, profesor de la asignatura, destaca el trabajo en equipo realizado y el intercambio de conocimientos entre los estudiantes. «Hemos hecho muchos equipos y muchas maquetas a lo largo del aprendizaje de los estudiantes», expone.
Por su parte, Avril Lombardi, técnica del programa Aprenentatge i Servei de la URV, remarca el sentido de esta iniciativa y espera que «más estudiantes puedan acceder a este tipo de aprendizaje integral y significativo, y desarrollar sus habilidades profesionales».
Desde el ICE, Núria Garcia recuerda los 10 años de la convocatoria de ayudas puente y valora el puente de conocimiento entre la formación profesional y los estudios universitarios.
Por su parte, Oriol Balsells, profesor del Institut El Palau de Sant Andreu de la Barca, manifiesta la importancia de «hacer entrar la visión industrial en el instituto a través de planos y fabricar una máquina».
