Fallos ante el cierre de Nissan
Se debería haber convoca-do al embajador de Japón y pedirle que concertara una cita, no con el presidente de Nissan, sino con el primer ministro japonés
El abandono de Barcelona por parte de Nissan Motor Ibérica, es una decisión de tal calado que precisa de una reflexión profunda y realista. Y lo primero que hay que plantearse, es lo que hubiera sido necesario realizar, para que no hubiera abandonado Catalunya. En otras palabras, lo que correspondía hacer a los líderes políticos actuales y que éstos no han sabido hacer. Y lo primero que tengo que manifestar, es que lo que voy a escribir es la opinión de un técnico, que conoce el sector de la automoción.
Sobre la importancia de Nissan Motor Ibérica ya se ha escrito mucho: en pleno auge 13.000 empleos directos y más de 20.000 indirectos, en un país que es el segundo productor europeo, después de Alemania, en un sector estratégico y con extraordinario impacto económico.
Vayamos al origen. En 1980, faltando dos años para la gran victoria electoral socialista, Tetsuo Tabata, alto directivo de Nissan Motor consultó a Juan Echevarría, graduado en Estudios Superiores de Empresa por la Universidad de Navarra, quién después ejerció durante 18 años como presidente de Nissan Motor Ibérica, acerca de si la probable victoria socialista, suponía seguridad en las inversiones a realizar.
Felipe González ya presidente del Gobierno, ofreció total seguridad al respecto, estableció contacto directo con los japoneses y el proyecto salió adelante. Jordi Pujol también desplegó sus estrategias para captar inversiones para Catalunya. ¿Y qué es lo que ha ocurrido ahora? Pues que se ha abandonado, por parte de los actuales políticos, del Gobierno y de la Generalitat, la relación directa con Japón y se han comunicado, aunque con limitaciones, con Nissan Europa, que siempre ha sentido gran desprecio por Motor Ibérica. El interlocutor no ha sido el adecuado y las administraciones han reaccionado tarde y mal.
El encuentro de enero en Davos Platz, entre Pedro Sánchez y tres directivos de Renault y ninguno de Nissan, fue un error. Pero Sánchez se ilusionó, nos engañó al manifestar que Nissan Motor Ibérica no abandonaba BCN y ahora ha llegado el cierre. Y según Juan Echevarría, ¿qué es lo que se debería haber hecho? Pues, de entrada, convocar al embajador de Japón y pedirle que concertara un encuentro, no con el presidente de Nissan, sino con el primer ministro japonés, porque en Japón el contacto y la relación política son muy importantes.
Para la planta de Barcelona ha sido perjudicial su dependencia de Nissan Europa, en donde mandan los británicos y, según Echevarría, solo velan por la factoría de Sunderland. Ellos son los que han provocado, intencionadamente, la reducción de la plantilla de Barcelona, frenando las inversiones y han hecho la factoría no rentable, con el consentimiento de Nissan Japón y de Renault.
No se han hecho las cosas como hubiera sido deseable y ahora ya es tarde. Pero conviene tener consciencia de que una plantilla y unos proveedores excelentes, no se pueden perder y habría que buscar una alternativa inteligente. Ahora la plantilla se encuentra manifestándose en la calle y atacando a los concesionarios, que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y también son víctimas del despropósito ocurrido.
JOSE-DANIEL VILA ROBERT. Exsubdirector General del Ministerio de Industria y Energía

JOSE-DANIEL VILA ROBERT