La neutralidad de Ucrania

10 abril 2022 04:30 | Actualizado a 10 abril 2022 04:52
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La Federación Rusa, después de haber cometido un crimen internacional en la agresión a Ucrania y violando las normas fundamentales del derecho humanitario internacional, quiere ahora negociar un acuerdo sobre el estatuto futuro de Ucrania en la Comunidad internacional. Rusia quiere que Ucrania se someta a un tratado para, en el futuro, constituir un Estado neutro, según el derecho internacional. En mi opinión, Rusia no tiene el derecho ni la legitimidad para participar en tales negociaciones.

Existe, en efecto, una razón jurídica imperiosa y una razón política determinante, que hacen que Rusia no pueda participar en negociaciones bilaterales con Ucrania, acerca del futuro neutral de este Estado. La razón jurídica lleva un nombre: ius cogens (derecho imperativo). Cuando la ONU ha codificado el derecho de los tratados a nivel internacional, durante los años sesenta del siglo pasado, se ha reconocido que ciertas normas fundamentales del derecho internacional no pueden ser modificadas bilateralmente por tratados entre Estados. En otros términos, todo tratado que contempla modificar una de estas normas, será nulo de pleno derecho. No podrá producir, obviamente, efecto jurídico alguno.

Una de estas normas intangibles considera que es nulo todo tratado, en el que la conclusión ha sido obtenida por la amenaza o el empleo de la fuerza (art. 52 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados). Dos Estados no pueden, pues, acordar por tratado imponer cierta regla de ius cogens. Es claro, que la agresión militar de Rusia contra Ucrania, no busca ninguna negociación y no podrá llegar a cuestiones jurídicamente válidas entre Rusia y Ucrania. Incluso si los negociadores llegan a un acuerdo, la regla ataca de nulidad un tratado concluido por el empleo de la fuerza. Conviene recordar, pues, que la Federación Rusa, por su comportamiento criminal, ha perdido capacidad jurídica para concluir un acuerdo con Ucrania, en las actuales circunstancias.

En cuanto a lo que concierne a una eventual neutralidad de Ucrania, Rusia no tiene legitimidad para acordar en este sentido un tratado. Pero, a propuesta de Ucrania y Rusia, además del Reino Unido y Estados Unidos, estos Estados firmaron el 5 de diciembre de 1994, un memorándum relativo a las garantías de seguridad, en el marco de la adhesión de Ucrania al Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares, con el compromiso de respetar la independencia y la soberanía de Ucrania, así como las fronteras existentes en aquella fecha. No se trata, pues, únicamente de la Carta de Naciones Unidas, violada por Rusia por la agresión a Ucrania.

La Federación Rusa ha renunciado el 24 de febrero de 2022, a formar parte de la comunidad de Naciones Unidas, en el seno de la cual los miembros de la Organización deben cumplir de buena fe las obligaciones asumidas, en los términos de la Carta de Naciones Unidas. La cuestión puesta actualmente sobre la mesa por parte de Ucrania, no es pues el estatuto futuro de Ucrania, sino el estatuto futuro de la Federación Rusa. Cabe preguntarse si la Federación Rusa debe ser tratada como un Estado paria, o puede aún esperar a encontrar un sitio decente en el seno de las Naciones Unidas.

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