Un billete de dólar
En el billete de un dólar americano se observa una interesante simbología. Fue puesto en circulación durante el mandato del Presidente Franklin Delano Roosevelt (masón de grado 32 rito escocés). El primer símbolo que llama la atención es la pirámide con el ojo que todo lo ve, que para los masones es el símbolo de la construcción, la obra para llegar al Gran Arquitecto o Dios, que simboliza el control del mundo. La pirámide truncada presenta 72 piedras, número sagrado que aludiría a la estrella de 5 puntas cuyos ángulos tienen 72 grados. También representa la represión de la antigua sabiduría y a las sociedades secretas en que esta se refugió.
Debajo de la pirámide se lee Novo Ordo Seclorum (nueva orden de los siglos), un lema dentro del grupo masón de los Illuminati. Arriba de la pirámide se puede leer Annuit Cceptis, el que mucho favorece o ayuda aquello que ha empezado (o ‘nuestra empresa es exitosa’). En la base de la pirámide se lee en números romanos MDCCLXXVI (1776), año de la independencia de los Estados Unidos, y casualmente el mismo año en que el sacerdote de origen judío Adam Weishaupt fundó en Baviera la orden de los Illuminati.
En la pirámide del billete se puede formar la estrella de David al unir las letras A (en Annuit), la S (en Coeptis), la N (en Novus), la O (de Ordo) y la M (en Seclorum). Estas letras bien ordenadas forman la palabra ‘masón’. En el anverso del billete figura el águila, símbolo de conquista y poder, el pájaro nacional de los Estados Unidos. Las alas del águila muestran 32 y 33 plumas, que según algunos hace referencia a los 32 grados del rito masónico escocés y al honorario 33. En el pico sostiene un pergamino con la frase E Plusibit Unum (’de muchos uno’), la integración de las trece colonias iniciales en una sola nación. Las continuas referencias al número 13 aparece de nuevo en los trece escalones de la pirámide, encima del escudo del águila encontramos otra estrella de David compuesta por trece estrellas. El escudo del pecho del águila está formado por trece barras, el águila coge en sus garras 13 flechas y una rama de laurel con 13 hojas. Las leyendas Annuit Cceptis y E pluribus unum tienen 13 letras cada una.
El número trece contabilizaría los estados que se independizaron de Inglaterra, pero es también considerado por los masones como un número de transformación, además de hacer alusión a los 13 grados del rito de los Illuminati. El símbolo más oculto del billete de un dólar es el Búho de Minerva, y el más difícil de ver. Se encuentra en la esquina de la filigrana de la derecha, en la parte superior izquierda que rodea el número 1, y para observarlo es mejor usar una lupa. Según los Illuminati hace referencia a la sabiduría, el búho que vigila todas las cosas desde las sombras.
F. Ortiz de Pinedo Mendiluce
(Tarragona)
Les passarel·les al Miracle
Tenia entès que les passarel·les al Miracle començarien a fer-se al mes d’octubre. No sé d’on ho vaig treure, però és que ara em trobo que molts em pregunten com està el tema (com si jo estigués al cas d’això), i la veritat, si no recordo malament, vaig llegir el dia que presentaven el projecte, que es començaria a l’octubre. Com que les obres les farà el Port si no ho tinc entès malament, i al Port les finances li van molt bé, no comprenc la raó d’aquest retard, pensant, a més, que els Jocs del Mediterrani són el juliol de l’any vinent i suposo ho volen tenir enllestit.
No estaria de més donar una resposta a la ciutadania sobre aquest tema que els preocupa.
M. Elisa Aragonés Domènech
(Tarragona)
También Juncker
El presidente de la CE, Juncker, mostró, el pasado día 15, su preocupación por el panorama político de España tras las elecciones. Sobre todo, ha pedido capacidad de negociación para conseguir un Gobierno estable «lo más rápidamente posible». Y es que no podemos olvidar, ni siquiera por intereses particulares, que la cuarta economía europea no se puede permitir un periodo excesivamente largo sin saber cuál será su futuro.
José Morales Martín
(Palafrugell)
Cuenta como uno más
En una reciente sentencia del Tribunal Constitucional se ratificó que las familias que esperan un hijo, es decir, aunque aún no haya nacido, pueden contabilizarlo como uno más, en los procesos administrativos para la obtención de beneficios sociales. Con ello parece que se reconoce legalmente lo que era evidente a todas luces: que el ser humano cuenta como tal (porque lo es), aún siendo un embrión. Entonces ¿cómo se puede legislar para destruirlo?
Lourdes Camps
(Barcelona)
