Botigues de barri: El pescador de Reus

Hace décadas, en Reus y sus alrededores existían numerosas asociaciones de pesca y la cultura sobre esta actividad estaba mucho más viva. Aun así, muchos de los reusenses aficionados a su vertiente deportiva se veían obligados a comprar cebo en la costa. Las zonas de Salou, Cambrils y La Pineda eran las más solicitadas. En este contexto, al valenciano José Salvador Renart (1959), se le encendió la bombilla, y en el año 1991 se dispuso a abrir un negocio de artículos de pesca en el barrio San José Obrero, con el que se cubriera esa necesidad. «Antes había muchos pescadores, ahora el asunto ha mermado muchísimo, y la causa principal ha sido la desaparición de las sociedades pesqueras. En los noventa habían tres y creo que ahora quedará sólo una», explica mientras arregla el mostrador de su local.

Este 2016 ha sido el primero en el que ha tenido que cerrar estacionalmente la tienda pues, según el pescador, «me sale más caro abrir que dejarlo cerrado» y ha decidido que sólo abrirá en verano, a pesar de que la mejor temporada para pescar es el invierno. «En esta època no tienes inconvenientes, te dejan pescar en las playas. Aunque cada vez hay más restricciones. Antes se te permitía pescar en horas determinadas, que ahora están totalmente prohibidas», añade. Respecto a las tiendas de pesca más cercanas, Renart concluye que, sin duda, el sector se ha hundido. Aun así, para él la venta sólo se trata de una afición, al menos ahora. «Tengo otro trabajo, pero no se puede vivir de esto. Un carrete, un anzuelo y una caña de pescar –que es lo que te daba vida– eso ya te lo vende cualquier tienda china, armerías y grandes superficies de artículos deportivos», resuelve recordando los últimos negocios ya cerrados en Cambrils y Montblanc.

Pescadores poco fieles

El perfil de las personas que les gusta pescar es, según José Salvador Renart, mayoritariamente hombres, «aunque también hay alguna mujer que le gusta, pero lo que más nos encontramos en este tipo de negocio son clientes poco fieles. El pescador prefiere dirigirse al sitio donde encontrará más cantidad de cebo por un módico precio». No puede competir con los grandes, pues él ofrece una caja de gusanos a tres euros, cuando los gigantes la venden a dos, y «supone una gran pérdida». Además no está en la zona de la costa, característica que le hace mucho daño.

Aun así, según dice, la calidad del cebo que proporciona no se puede comparar, pero es un aliciente invisible para el pescador. «Sólo ve que le cobras un euro más. En el mundo de los cebos hay gamas de calidad y los grandes venden un cebo más blando», especifica.

Esports Renart es pues la única tienda de artículos de pesca superviviente en Reus. Su dueño ha sido ganador de muchos premios en festivales de pesca y aconseja no quedarse quieto. «En una hora puedo pescar cinco doradas, y si no me las voy a comer, las libero. Y es que pescar para mí es como un vicio», concluye.