La Guàrdia Urbana deberá regularizar la plaza de inspector del cuerpo de policía para que empiece a trabajar en enero de 2017. Así lo acordó ayer el pleno del Ayuntamiento de Reus tras aprobar una moción presentada por Ciudadanos que requería la convocatoria urgente de la plaza. «La designación de un inspector dotará al cuerpo de la Guàrdia Urbana de mayor estabilidad y profesionalidad», aseguraba el portavoz de C’s, Juan Carlos Sánchez, instantes antes de celebrarse una votación que contó con 20 votos favorables y la única abstención de la CUP.
Con esta decisión, el gobierno municipal se ve con la obligación de regularizar un cargo que llevada en funciones desde el último mandato del tripartito. En estos momentos, las funciones de jefe de la Guàrdia Urbana las desarrolla, de manera provisional, el subinspector Ricard Pagès. La moción de C’s también comporta la convocatoria de ocho nuevas plazas para aumentar el número de agentes del cuerpo y que, incluso, podrían llegar a los 17. Esto es así porque el gobierno decidió convocar, hace semanas, nueve plazas más a través de una comisión de servicios para cubrir los puestos vacantes por motivo de jubilación con agentes de otros cuerpos.
La moción de C’s respecto a la Guàrdia Urbana no fue la única que prosperó ayer en el pleno. De hecho, y en un caso más bien poco común, prosperaron todas las que se presentaron. Eso sí, fueron aprobadas con numerosas enmiendas en una muestra más de que el gobierno municipal, consciente de su minoría, opta por este camino en las negociaciones con el resto de partidos.
Una de las más significativas fue la que presentaban conjuntamente C’S, PP y PSC. Ésta, a la práctica, obligará a los concejales del gobierno municipal ha explicar en qué punto se encuentran los trámites necesarios para que las mociones aprobadas en pleno prosperen. Y es que los tres partidos en la oposición criticaron que la inmensa mayoría de ellas caen en saco roto.