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Varias calles del entorno del Carrilet serán remodeladas en los próximos meses. Se trata de la calle del Canal, Joan Ramis y Tetuan, adyacentes a la avenida del Carrilet. En total, se actuará en una superficie de 2.731 metros cuadrados y esto supondrá el punto de partida de la más que anunciada transformación urbanística del entorno del Carrilet.
«Así, daremos continuidad a la remodelación de este entorno», expuso ayer el alcalde de Reus, Carles Pellicer, lo que se valora muy positivamente a nivel vecinal. Y es que, como subrayó el presidente de la Associació de Veïns El Carrilet, Salvador Cabré, «hace ya una década que se hicieron las obras del parking subterráneo».
Esa primera intervención sirvió para dar un nuevo aire a toda la avenida del Carrilet, pero quedaron pendientes las calles adyacentes. Posteriormente, en 2018, se actuó en la calle Balmes, ganando espacio para los viandantes y, ahora, se da continuidad a esta idea, «potenciando la comodidad para los peatones», detalló la vicealcaldesa, Noemí Llauradó.
Como explicó la concejala de Urbanisme i Mobilitat, Marina Berasategui, estas calles sí que mantendrán el doble nivel –uno para la calzada y otro para las aceras–, pero éstas se ensancharán hasta los 1,8 o 2,2 metros de ancho (ahora no llegan al metro). Además, se prevé un espacio destinado a vegetación. Todo ello supondrá la reducción de aparcamiento. En el caso de la calle Canal, por ejemplo, si ahora se puede estacionar a ambos lados de la calzada, con la remodelación sólo se dejaría uno de los laterales. Las otras dos calles afectadas (Joan Ramis y Tetuan) actualmente solo disponen de plazas de aparcamiento en uno de los lados. «Se mantendrán algunos parkings», señala Marina Berasategui.
Los trabajos tienen un presupuesto de 492.600,70 euros y el plazo de ejecución previsto es de seis meses. El proyecto para actuar en estas tres calles está ya aprobado y el próximo paso es que el Ayuntamiento saque el contrato de las obras a licitación pública, que se prevé que se realice en breve.
«Son unos trabajos muy esperados», valora el presidente de la asociación vecinal del Carrilet, Salvador Cabré, que remarca que se trata de una «necesidad» para la gente del barrio. De hecho, si se ha decidido actuar ahora en estas tres calles es, en parte, porque se trata de una reclamación vecinal. Según cuentan Berasategui y Llauradó, se trataría de una decisión en la que confluye, por un lado, las necesidades que exponen los vecinos y, por otro, las necesidades técnicas detectadas. Además, en este caso se suma también el proceso participativo del Carrilet, de donde se desprendían estas cuestiones.
El punto de partida
La remodelación viaria de estas tres calles marcará el punto de partida del proceso de transformación urbanística del entorno del Carrilet, que tiene el objetivo de crear una nueva centralidad en esta zona de la ciudad de Reus, convirtiéndose en un nuevo polo de actividad, teniendo en cuenta, también, que es la puerta de entrada a la ciudad por la zona sur.
Tras cerrar el proceso participativo, el Ayuntamiento trabaja ya en el pliegue de cláusulas para sacar a licitación el contrato para redactar el anteproyecto arquitectónico y la modificación del planeamiento urbanístico del ámbito. Este documento es el que tiene que definir la superficie sobre la que se trabajará, aunque podría ampliarse. El gobierno tiene reservados unos 800.000 euros para la elaboración de la documentación y las primeras intervenciones en la vía pública.
Todo ello se hará teniendo en cuenta los resultados del proceso participativo, en el que se consultó a la ciudadanía sobre aspectos como los usos que se necesitan en esta área o los criterios que la población cree que hay que tener en cuenta. De los resultados destaca que la ciudadanía reclama, principalmente, equipamientos socioculturales, como salas polivalentes, bibliotecas, espacios cívicos o para jóvenes. También se piden más equipamientos de tipo sanitario y asistencial, centros de atención primaria o centros de salud mental.
Así mismo, los participantes al proceso (más de 2.000 personas) creen que es necesario que haya más locales comerciales a la zona, como quioscos, panaderías, pescaderías o carnicerías. De hecho, la falta de producto fresco en este ámbito, más allá del mercado, es de las cuestiones que preocupa a los vecinos, por lo que aún ven con mayor preocupación el futuro del Mercat del Carrilet. Sobre espacios públicos, se reclaman más zonas de encuentro, de juego, espacios donde poder relacionarse o hacer deporte.
El futuro del Mercat del Carrilet
La cuestión más polémica de la remodelación del entorno del Carrilet es el futuro del propio mercado. Se prevé reconvertir el espacio y que haya un punto de venta de producto fresco, aunque todo ello aún tiene que acabarse de definir. De mientras, pero, el equipamiento cerrará puertas en 2024 y el futuro de los actuales paradistas está en el aire. Su indignación se suma también a la de los clientes habituales y vecinos, que reclaman su continuidad por la importancia del servicio que presta este equipamiento al barrio.
También ha levantado revuelo el propio proceso participativo, que se alargó durante alrededor de cuatro meses y que interpeló tanto a vecinos de la zona del Carrilet como también a toda la población de Reus, según la fase del proceso. La cuestión llegó a la sesión plenaria del Ayuntamiento de Reus del pasado mes de febrero, donde los grupos de la oposición pusieron en duda dicho proceso a través de una moción de la CUP, que pidió invalidarlo. Precisamente, los cupaires criticaron que «se ignore la lucha fundamental del barrio, ‘Salvar el Mercat del Carrilet’», que «no refleje la necesidad más básica de esta zona». Con la mayoría del gobierno, la moción no prosperó, pero toda la oposición votó a favor.
