Noemí Llauradó: «En la intermodal debemos tener visión generosa y metropolitana»

¿Cómo se está encarrilando el Pla Reus Horitzó 32?

Bien. Hemos acabado la diagnosis y tenemos un DAFO. Ahora se trata de empezar a presentar proyectos estratégicos. Y en mayo lo abriremos a la ciudadanía y podrá hacer oír su voz sobre cómo se imagina el Reus de dentro de diez años. Al acabar, redactaremos cómo se alcanzarán las metas que nos planteamos.

¿Por qué es útil?

Sirve para saber hacia dónde vamos. Es mejor ir al medio y largo plazo que al corto. Las experiencias de planes estratégicos en Reus han ayudado. Algunos de los que hubo hablaban de tener una red pública de jardines de infancia, de parkings, peatonalizar el centro... Y luego eso se concretó. Nuestro referente es Donosti, que tiene una oficina de planificación de la ciudad desde 2001.

Durante mucho tiempo se criticó al gobierno por ejecutar sin planificar, y ahora hay quien les critica que planifican pero no ejecutan.

Para ejecutar, antes es necesario planificar. Y estamos en eso. Por ejemplo, en el PAM fijamos una serie de ejes, actuaciones, objetivos y se ha ido viendo que se han ido ejecutando. Hace poco presentamos la valoración y ya se ha hecho el 50% cuando queda aún año y medio de mandato. No solo planificamos.

Si para el PDeCAT puede ser la piscina cubierta, para Junts El Roser o para Ara Reus la eléctrica municipal, ¿cuál es el gran proyecto de ERC en el gobierno?

Este mandato y más allá, es la transformación urbanística del Carrilet. Hemos hecho el proceso participativo, en el que unas 2.000 personas han realizado casi 5.000 aportaciones. Y nos encaja mucho con la concepción que tenemos del Reus entero. La zona sur también merece inversión y estar presente en la actividad pública de la ciudad. No debe haber una barrera. Hay que invertir en limpieza, en iluminación... Tenemos prevista alguna intervención en alguna de las calles porque ha salido del debate.

¿El proceso participativo se ha hecho bien?

Hemos preguntado para saber cuáles son las necesidades de quienes viven en ese espacio. Es la primera vez que se ha hecho y yo creo que es bueno. Han surgido necesidades de vivienda accesible, equipamiento sociocultural, mejora de las calles, limpieza, luz, equipamientos sanitarios. Van en nuestra línea. La propuesta del gobierno era que hubiese también un albergue-residencia y no ha surgido porque se ha presentado solo en aquel ámbito, pero creemos que hace falta en una visión más amplia. Y hay la necesidad de que allí siga habiendo producto fresco y la tendremos en cuenta.

El Mercat del Carrilet cerrará en 2024. ¿Eso es seguro?

El Mercat tiene el alquiler de dos años más que lo vinculamos a la transformación. Con el proceso participativo, hemos elevado el foco más allá del equipamiento donde ahora se ubica el Mercat. Al hacer esto, el radio es más amplio y en este radio habrá la misma oferta de producto fresco que hoy se encuentra en el Mercat del Carrilet, además de todo lo otro. Lo que debemos hacer es garantizar las necesidades de la gente, no estamos pensando en que las cubra un supermercado y la ciudadanía que no quiere optar por una gran superficie tendrá esa oferta.

¿Y tendrán alguna salida los paradistas?

Lo hablaremos con ellos.

El Mercat Central ha ampliado la atención y estrenó zonas para comer, pero a muchos negocios no les sirve. ¿Se ajustarán los horarios?

Falta rodaje, que más gente conozca la posibilidad de ir al Mercat en un horario más amplio. Es importante adaptarnos a las demandas actuales. Démosle margen, mantengamos de momento los horarios, hagamos difusión. El equipamiento ha dado un salto impresionante, ha habido un aumento de paradas y se nota. También está el proyecto del GastroMercat, en el exterior, y que abriría fuera del horario del Mercat.

La licitación del GastroMercat quedó desierta.

Volveremos a analizar las posibilidades y si nos lo planteamos de nuevo variando algún elemento o bien incluso sacarlo adelante de manera interna, que es una opción pero habrá que valorarla.

¿Qué previsiones hay para desdoblar el CAP Sant Pere? ¿Dónde se ubicará?

La zona norte del Carrilet es uno de los espacios donde se podría hacer y se está avanzando de manera que considero que se podrá comunicar alguna novedad este ejercicio. Cuando intervienen varias administraciones, y aquí la propiedad del CAP será de Salut, las cosas no van tan rápido como cuando hay solo una. Pero tengo conocimiento de que ha habido conversaciones, que avanzan, y diría que durante 2022 se podrá concretar el lugar y el calendario.

Se entiende que ya no se está a tiempo de culminarlo antes de 2023.

Lo que podemos decir es al menos dónde puede ir y de qué forma se puede hacer. Yo creo que sí.

Es titularidad de Salut, pero el consultorio del barrio Gaudí lleva cerrado desde el estado de alarma. ¿Tiene algún margen el Ayuntamiento para reactivarlo?

El concejal no para de dialogar con Salut para que se dé la atención de salud pública que merece el barrio. Se ha facilitado que la gente mayor, la que tiene más dificultades para llegar a pie al CAP Llibertat, lo haga en autobús y les lleve hasta la entrada. Esa es una de las mejoras que hemos podido tramitar. Pero la competencia es de Salut. Pienso que en el Gaudí debe haber algún equipamiento que dé atención de salud. El concejal está dando motivos para que reabra de una manera u otra y con una función u otra.

Inspección de Trabajo ha abierto expediente a Reus Transport y hay quejas de los empleados.

Creo que, en este caso, se trata de una irregularidad leve, del sistema de fichar, porque diría que la sanción que se proponía era menor. En cuanto a lo que está en vías judiciales, debe ser el juez quien determine si ve irregularidad.

El bus siempre está entre las peticiones de los vecinos y el sur quiere una ruta al hospital. ¿La tendrá? ¿Y se ampliará el servicio a demanda?

El bus a demanda es una de las opciones a valorar porque hay que intentar que la sociedad municipal sea lo más eficiente posible, y eso satisface tanto la necesidad de las personas que quieren el servicio como la eficacia de la empresa. Apostamos por el transporte público colectivo porque es un medio sostenible y es una opción interesante para sacar el coche privado. Otras apuestas son la bici o el vehículo de movilidad personal. Pero sobre todo ir a pie.

¿Cómo será el futuro sistema de bicicleta compartida?

Lo estamos trabajando en la Comissió de Mobilitat Sostenible. Existe un convenio con el Ayuntamiento de Girona, que tiene un modelo extrapolable a Reus, y ellos se interesan por nuestra red de parkings. Los Next Generation hacen que se pueda desplegar de manera más ágil. Hay que ir hacia los vehículos que no contaminan y los que mejoran la salud. Reus es plana como para que sea fácil usar la bici. Hemos dado ya el primer paso que es encargar a un coordinador cómo será el sistema.

¿Y los patinetes llegarán?

Estamos con la revisión del Pla de Mobilitat Urbana porque las infraestructuras de movilidad deben avanzar en paralelo a la ordenanza y al propio Pla. Tienen que ir juntos para que, cuando queramos instalar un servicio de patinetes o la gente quiera usar los suyos, haya las condiciones necesarias de seguridad para sí mismos y para los peatones. Tenemos más avanzado el servicio de bicicleta.

¿Cómo está funcionando la peatonalización del Raval de Santa Anna?

Cuando hay obras siempre hay gente descontenta porque hay externalidades negativas, que intentamos que sean las menos posibles. Pero el cambio que habrá con la peatonalización y con los parklets, y toda la mejora que se está haciendo, será positivo sobre todo para los comercios y las personas que podremos pasear por allí. Damos más espacio público a las personas, hacemos una ciudad más humana. Cuando se peatonalizó Llovera, también hubo externalidades pero ahora todo el mundo está contento y los servicios, restaurantes y comercios han ganado. Eso también se ve positivo por parte de los servicios del Raval de Santa Anna. Y volvemos a escuchar las necesidades.

El Carrilet o el Pla d’Educació prevén equipamientos artísticos, pero Reus tiene algunos infrautilizados como Cal Mas-só, el Giny o el CIMIR. ¿Hacen falta más?

El CIMIR funciona bien. Cuantos más recursos destinemos a la cultura, mejor. Y tenemos equipamientos que son referentes y que tienen mucha posibilidad. Cal Massó acabó la concesión y se debe gestionar desde el Ayuntamiento. El concejal de Cultura sabe qué proyección puede tener. En el marco del Consell de la Cultura, los agentes culturales podrán hacer sus propuestas y pondremos sobre la mesa los equipamientos que tiene la ciudad y de qué forma los debemos orientar, reconducir o darles más proyección. Seguro que a partir de ahora, con una programación más estable, los equipamientos a los que se refiere tendrán más uso porque quizá faltaba esto para hacerlos más necesarios.

¿Se han trasladado ya los pasos de Semana Santa al nuevo espacio del polígono?

Creo que aún están en conversaciones, pero ya avanzadas. La necesidad de disponer del actual lugar es para construir el Centre Cívic Gregal. Estamos poniendo todas las facilidades, conscientes del valor cultural de los pasos. Esta Semana Santa confío en que puedan ya salir desde el polígono.

Los presupuestos participativos debían haberse puesto en marcha en enero, pero aún no lo han hecho.

Todo el tema del Pla de Reactivació hizo reorientar la disponibilidad económica y tenemos otros procesos participativos en los que hacía falta abocar los esfuerzos: el del Carrilet y el de Reus Horitzó 32. Confío en que pronto se anunciará su inicio, pero quizá se alarguen un poco más de lo previsto.

¿Hacia dónde debe avanzar el Aeropuerto?

Es cierto que hay infraestructuras clave que se pueden impulsar y la estación intermodal ayudaría. Que el Aeropuerto estuviese bien conectado en alta velocidad favorecería que se considerase como importante en la red del país. En la intermodal debemos tener una visión metropolitana, generosa y lograr que se haga. Es importantísima para la misma movilidad de la ciudadanía de Reus, por ejemplo, para ir a Barcelona, y que se conecte con el Aeropuerto. Tenemos que conseguir que se haga como se dijo que se haría, en el plazo que se dijo, que desde Reus tardemos lo mismo en llegar que con la estación que estaba proyectada anteriormente y que también se tarde el mismo tiempo entre la estación y el Aeropuerto. Si eso se da, satisfechos. Pero que se haga.

¿Qué le queda por hacer a ERC en este mandato?

Desplegar todo lo que tenemos en el PAM. Ir definiendo la transformación del Carrilet, avanzar en el desdoblamiento del CAP Sant Pere, en el despliegue de los carriles bici, en los espacios de peatonalización, vendrá la Festa Major y tras dos años sin ella hay muchas ganas, apostar por la programación cultural estable, levantar el Centre Cívic Gregal, ocupar locales vacíos con Espais Vius, apostar por el Mercat Central… La lista es larga y está en nuestras concejalías, que son claves en la obra de gobierno. Hay mucho trabajo, pero es trabajo bien encarrilado y podemos culminarlo.

«Soy la primera alcaldable porque ya lo teníamos claro»

Ya es candidata. ¿Por qué ERC han querido ser los primeros?

Porque lo tenemos claro desde tiempo atrás y, siendo así, es un trámite que hay que hacer y que hemos hecho. A partir de aquí, eso nos permite seguir trabajando, centrarnos en la ciudad y planificar el futuro.

¿Y sus encuestas qué les auguran?

Las mejores encuestas son las conversaciones con los vecinos y, desde 2015, lo que hemos hecho siempre es crecer. Entiendo que hacemos bien las cosas y la ciudadanía las reconoce y nos da su confianza. Y quiero seguir ganándomela desde la alcaldía.

¿Prefiere que Pellicer se presente o que no?

Yo me preocupo de mi partido, que es ERC, y lo que me interesa es trabajar porque queda aún un año y medio de mandato y tenemos muchos proyectos en cartera. No estamos pendientes de otros, en serio, sino del nuestro y de trabajar.

En cualquier caso, ¿cree que la indefinición de él les beneficia?

No me he parado a analizarlo.

¿Ha sido el alcalde un buen compañero?

Sí, nos llevamos bien, eso lo he dicho siempre. Trabajamos bien. De hecho, hemos coincidido dos mandatos.

Como vicealcaldesa que es, ¿está de acuerdo con todas las decisiones que toma el gobierno?

Como vicealcaldesa, yo tengo la obligación de, cuando acordamos decisiones y políticas en el marco del gobierno, sacarlas adelante y cerrar filas. Evidentemente, hasta tomar la decisión existen debates internos como en cualquier coalición. Pero, una vez se ha tomado, somos un partido leal con el conjunto de formaciones que integramos este gobierno.

El cargo que ocupa se creó con el pacto de 2019. ¿Ha podido desarrollar sus funciones?

La vicealcaldía complementa bien al gobierno. Se trataba de que capitalizase la planificación, como se ve en el PAM, en Reus Horitzó o en el Pla de Reativació. También las relaciones institucionales con las otras administraciones, una apuesta necesaria y en la que ha ayudado ser la presidenta de la Diputació de Tarragona.

¿La Diputació le suma o le resta?

Me suma, me ha dado experiencia trascendente a nivel político.

Usted quiere ser alcaldesa.

Tenemos la confianza de la gente, nos lo demostraron en 2019 triplicando nuestra representación de dos a seis concejales. Cuando ERC es fuerte en el gobierno, Reus avanza mejor. Y queremos liderar, a partir de 2023, el gobierno de la ciudad.

¿Y qué ofrece?

Un equipo cohesionado, tres mandatos de experiencia y el activo de haber liderado una institución de las más importantes de Catalunya como es la Diputació, el ayuntamiento de los ayuntamientos. Tenemos un proyecto amplio y global y que cuenta con la gente.