Quejas vecinales por el mantenimiento de la plaza Domènech i Montaner

La situación de la plaza Lluís Domènech i Montaner genera disconformidad entre algunos vecinos, que atribuyen el mal estado del césped a dos motivos: el mantenimiento municipal y el poco civismo de los propietarios de los perros.

«La plaza está hecha polvo» comenta Kevin, que trabaja en uno de los negocios cercanos. «Hay muchos agujeros y, si no vas con cuidado, metes un pie y te caes. Está muy mal», lamenta. «La gente deja solos a los perros, sin vigilancia, mientras se sienta en el banco», añade. Y achaca a la «falta de cuidado» otra gran problemática: los mosquitos. La fuente atrae a los distintos insectos, precisa Kevin, que añade que «con estar un rato ahí te pican. Hace falta un mejor sistema de control de plagas».

Otro punto de vista es el de Cori, que pasa mucho por la zona por trabajo. Dice que, a diferencia de otras, «esta plaza la cuidan, sobre todo en otoño. Había muchas hojas y en muy poco tiempo las limpiaron todas. En mi caso no tengo ninguna queja, al contrario». Ubicada en la zona norte de la ciudad, el área cuenta con bancos rodeando la escultura central, acompañada de árboles que generan un espacio donde resguardarse del calor.

El presidente de la Associació de Veïns Reus Nord, Josep Ramón Ferré, destaca que se encuentran excrementos de los perros en este punto, además de denunciar también la presencia de garrapatas en otra plaza, la de Ferré Revascall, un par de calles más abajo. Además, declara que es un claro caso de «poco civismo por parte de los propietarios de los perros», añadido a un «retraso de la actuación de la jardinería».

Fuentes municipales afirman que «el Ayuntamiento realiza la limpieza de la vía pública y las intervenciones de mantenimiento habituales». Y recuerdan que se habilitan «zonas adecuadas en el ámbito urbano para que los perros hagan sus necesidades sin perturbar la convivencia con el resto de usuarios».