«Te vendo las avellanas a 1,80 y de ahí no bajo ni un céntimo»

Crónica. Las mesas de contratación del Mercat dels Dilluns reviven de la mano de más de 200 alumnos de institutos de la provincia, que simulan la negociación entre productores y compradores para fijar los precios de referencia

24 marzo 2022 19:10 | Actualizado a 25 marzo 2022 14:47
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Sentados alrededor de una mesa, seis alumnos de instituto. Tres desarrollarán el rol de productores y otros tres quieren comprar. Negocian con avellanas, considerando el supuesto de que la semana pasada fijaran su precio de referencia en 2 euros la libra. Imaginan un caso: «Aunque hay diferentes tipos, la más cotizada es la negreta, que tiene DO Avellana de Reus. Turquía genera cerca del 70% de la cosecha mundial, pero los efectos del cambio climático harán caer un 40% la cantidad recolectada y rebajarán la calidad del género con relación a 2021». ¿Propondrán esta semana los productores un precio de salida más alto o más bajo? Y los compradores, ¿cuánto están dispuestos a pagar?

Este y otros dilemas deberán resolver en los próximos días hasta 200 estudiantes de siete centros de enseñanza de la provincia. Todos ellos aprenden, en la Llotja de Reus, la historia y el funcionamiento del Mercat dels Dilluns, que define la esencia comercial de la ciudad y su territorio de influencia. Lo hacen simulando las mesas de contratación, explorando este sistema de negociación ancestral que ahora ha sido relevado por la gestión telefónica o mediante internet.

El presidente de la Cambra, Jordi Just, les anima a «conocer la trayectoria del Mercat dels Dilluns y trasladarla a vuestras profesiones en el futuro». Ayer, les tocó la tarea de acordar precios a los alumnos del Institut de Flix y a los del Ramon Berenguer de Cambrils.

El taller lo impulsa la Cambra y también estudiantes que cursan el CFGS de Assistència a la Direcció del Institut Baix Camp. Una de ellas, Montserrat Nolla, explica que «he vuelto a las aulas ya mayor, por las expectativas laborales tras la pandemia, y el Taller de la Llotja nos sirve a nosotros para ensayar la organización de eventos». A los participantes, «les enseñamos los productos que cotizan en la Llotja de Reus y pueden ver la relación entre la oferta y la demanda en el mercado».

Los huevos o el aceite de oliva son otros de los productos –lo agroalimentario copa el abanico– que cotizan en la Llotja y sobre los que los jóvenes dialogaron ayer para cerrar acuerdos ficticios. Y es que, anteriormente, cada alimento «contaba con una mesa específica en la que se llevaban a cabo todas las conversaciones con la finalidad de establecer los precios de referencia».

El debate para alcanzar una cifra

«Yo las avellanas te las voy a vender a 1,80 y de ahí no pienso bajar ni un céntimo», anunciaba ayer uno de los jóvenes ‘productores’ en medio del debate para ponerle una cifra al género. «Pero, hombre, míralo bien. Se las tienes que ofrecer algo más caras de lo que estaban hace una semana, que se sabe que habrá menos producción y serán más buscadas», le apuntaba un compañero, mientras que los ‘compradores’ trataban de advertir, entre risas, de que «en esto hay un límite, ¿eh? Tampoco nos las pongáis por las nubes que no va a poder ser».

La iniciativa se llevó a cabo por primera vez en 2020, quedó interrumpida por la Covid y ha regresado este mes de marzo. Es posible a través del convenio de Innova FP, un programa de la Generalitat que promueve la colaboración entre empresas y centros de formación profesional para proyectos de transferencia de conocimiento.

Los talleres son el punto de partida de la celebración de los 50 años de la moderna Llotja de Reus, que se cumplen este 2022. La Llotja es heredera de la histórica concesión del Mercat dels Dilluns que el Rei Jaume II otorgó en 1309 a la ciudad, y regularizó su funcionamiento ya en 1972 coincidiendo con la inauguración de la actual sala de contrataciones.

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