Muere una niña de dos años electrocutada en una cama elástica en Murcia
La menor falleció en la madrugada del domingo en Alquerías; otros tres niños resultaron heridos y la atracción ha sido precintada
La Unidad de Guardia Civil y la jueza del Juzgado de Instrucción nº 9 de Murcia han abierto diligencias por posible homicidio imprudente y lesiones imprudentes tras el fallecimiento, en la madrugada del domingo, de una niña de dos años electrocutada en una cama elástica instalada en la feria de la pedanía murciana de Alquerías.
El suceso tuvo lugar poco después de la medianoche, cuando una llamada al 112 alertó de que la menor estaba inconsciente y sangraba por la nariz tras recibir una descarga eléctrica al tocar la valla metálica que protegía la atracción.
La Policía Local y la Guardia Civil acudieron de inmediato, mientras el equipo del 061 practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar durante cerca de una hora, hasta que se confirmó su fallecimiento a la 1:16 h.
Además de la niña fallecida, otros tres menores—una niña de 8 años y dos niños de 11 y 12—también resultaron afectados por electrocución, aunque su estado no corría peligro, y fueron trasladados por sus propios medios al hospital. Asimismo, una mujer de 29 años sufrió una crisis de ansiedad y fue atendida en el lugar.
La jueza ha dictado que técnicos del Ayuntamiento de Murcia colaboren con la Policía Judicial en el desmontaje y análisis de instalaciones eléctricas, incluyendo cuadros eléctricos, tomas de tierra y sistemas de iluminación, para determinar si existió un fallo técnico o negligencia en la instalación gestionada por la empresa suministradora, que contaba con licencia de Iberdrola.
El Ayuntamiento ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido las actividades festivas en honor a San Juan Bautista en señal de duelo. Destaca que la feria se instaló en una parcela privada próxima al centro de salud de Alquerías.
La comunidad de Alquerías, con unos 6.000 habitantes, sigue conmocionada por el trágico accidente. La cama elástica ha sido precintada por la Guardia Civil, que ha tomado declaración tanto a trabajadores como a testigos, para esclarecer los hechos y dilucidar posibles responsabilidades penales.
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