Un ciudadano rumano sospechoso de haber atropellado intencionadamente a un hombre en Cambrils –que finalmente falleció– en febrero de este año seguirá en prisión preventiva. Así lo ha determinado la Audiencia Provincial de Tarragona, que considera que hay riesgo de fuga.
Y ello avalado porque después de los hechos huyó a esconderse en casa de un familiar lejano en Zaragoza, y también por el hecho de que ha residido en varios países e incluso cumplido penas de prisión en Grecia y Rumanía.
Los hechos se produjeron poco antes de las diez de la mañana del 12 de febrero de este año en un camino rural que comunica Cambrils y Vinyols i els Arcs. Tras recibirse al aviso, patrullas de la Policía Local y de los Mossos d’Esquadra así como unidades del SEM y de los bomberos se trasladaron al lugar de los hechos.
La víctima, malherida, pudo dar pistas de quien había sido. El autor del atropello había huido y fue detenido días más tarde en Zaragoza.
Auto de prisión
El sospechoso presentó un recurso contra el auto de prisión dictado el 17 de febrero por el Juzgado de Instrucción 6 de Zaragoza. Argumentaba la ausencia de riesgo de fuga ante la carencia de antecedentes penales y la existencia de domicilio, entorno familiar y laboral estable. También destacaba la inexistencia de riesgo de reiteración delictiva, destrucción u ocultación de fuentes de prueba.
El auto de la Audiencia Provincial de Tarragona recuerda que el acusado atropelló a la víctima arrastrándola con su vehículo Opel Astra, «actuación que desarrolló intencionadamente con el ánimo de acabar con su vida».
Y cuando la víctima estaba en el suelo, una vez atropellada, el encausado detuvo el vehículo «y con intención de asegurar el resultado fatal», propinó una fuerte patada en su cabeza. Posteriormente se subió a su coche y abandonó el lugar.
Los magistrados recuerdan que los hechos pueden ser calificados como un delito de asesinato ya que puede haber alevosía y ensañamiento, que podría ser castigado con una pena de hasta 25 años de prisión. Y recuerdan que la víctima, antes de fallecer, expuso a los agentes de la Policía Local que la atendieron que habría sido atropellado por su vecino «el Joita». Y un testigo protegido manifestó haber escuchado gritos de ayuda y observar como un hombre daba una patada en la cabeza de otra persona tirada en el suelo, huyendo posteriormente en un Opel Astra negro, el mismo vehículo que tiene el acusado y que fue hallado en un aparcamiento público próximo al lugar donde, aquella noche, se refugió el sospechoso.
Restos de sangre
Durante la inspección del Opel se hallaron en los bajos erosiones generalizadas y restos rojos como sangre. Además, en diciembre de 2023 la víctima denunció a su vecino porque le había amenazado de muerte.
Tras el crimen, el acusado se refugió en la vivienda de un amigo, deshaciéndose de su móvil. Posteriormente se desplazó a Zaragoza, donde trató de refugiarse en la casa de un familiar lejano para marcharse inmediatamente.
Su intención, al parecer, era refugiarse en Francia u otro país europeo que no fuese Rumanía para evitar que se alertase de su paradero.