Carla Aguilar-Cunill : «Somos un gobierno fuerte, ampliarlo no es una prioridad»
Ni CUP ni Junts «Con ellos hay buena relación, pero después de un año estamos estabilizados y tenemos proyectos. Tiramos adelante con los números que hay», afirma la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarragona (ECP)

La primera teniente de alcalde, en una imagen en la calle Francesc Bastos.
Hacemos la entrevista en la Casa del Mar, donde hace un año realizaron la «asamblea del cambio» para pactar con ERC. ¿Cómo la recuerda?
Fue muy emocionante, con una gran responsabilidad. Éramos una candidatura nueva, era la primera vez que me presentaba, logramos un buen resultado... y teníamos la llave del cambio. La asamblea marcó dos cambios importantes.
¿Cuáles?
El primero, el de gobierno. Y el segundo, en las formas de decidirlo. No se decidió desde una cúpula, sino que el cambio de rumbo se acordó con un gran apoyo y con una gran participación
Llevan casi un año de gobierno con Esquerra. ¿Cómo lo valora?
Muy positivamente. Ha sido un año en el que hemos trabajado muchísimo, con algunas equivocaciones, como es lógico.
Cíteme un error.
En los tempos administrativos. A veces aún queremos hacer las cosas demasiado rápido.
Son el gobierno en una mayor minoría que ha durado más en el Ayuntamiento de Tarragona.
Sí, pero estamos muy cohesionados. Durante el estado de alarma hemos constituido el comité de crisis y nos hemos reunido a diario.
Siga la frase: Pau Ricomà es un alcalde...
Próximo. Nos tenemos respeto y confianza.
¿El coronavirus les obligará a cambiar la planificación de mandato que tenían?
Sí, nos ha cambiado mucho los tempos y el presupuesto. Pero esto es una buena noticia, ya que demuestra que hemos sido ágiles y flexibles.
¿Cuál será la prioridad del segundo año?
Como gobierno de izquierdas que somos, reforzar toda la parte de servicios sociales. Será un reto y una responsabilidad. Aún estamos estudiando las repercusiones que ha tenido la Covid-19 y ver las necesidades que se generarán.
¿Tienen alguna previsión?
Agilizaremos todas esas herramientas que nos han ido bien, como las tarjetas comedor, que en breve volveremos a ampliar. Y haremos una diagnosis para saber si las medidas funcionan o deben cambiarse.
¿Y a corto plazo? En pocos días acaba el estado de alarma.
Estrecharemos la relación con las entidades del tercer sector. Ha habido un gran incremento de la demanda.
Aún no saben si podrán contar con los 6,2 millones de superávit para destinarlo a fines sociales. ¿Qué les permitiría poder usar todo este dinero?
Tener más capacidad de respuesta y poder cubrir todas las demandas que vayan surgiendo.
Transformaron el pabellón del Serrallo en un centro de acogida de sintecho. ¿Cómo ha ido?
Muy bien, desde el primer momento tuvimos claro que todo el mundo debía poder confinarse. Fuimos la segunda ciudad de España en hacerlo y la primera de Catalunya. Ahora tenemos 30 personas, pero hemos contado con unas 50 de forma continua y 20 más en hostales. En total, han pasado más de cien usuarios.
Y ahora cierra el viernes
Sí, ya tenemos a menos personas por el desconfinamiento. Algunas ya querían irse, pero creo que el equipamiento ha sido un éxito.
¿Volverán a usar el Serrallo si hay rebrotes?
Si vuelve a haber estado de alarma con confinamiento, yo volvería a plantearlo.
¿Cómo se han encontrado el IMSS tras los 12 años del PSC?
Con muchas ganas de hacer cosas, con ideas nuevas y con motivación por ser vanguardia. Los trabajadores tienen ganas de demostrar todo lo que pueden hacer. Tenemos voluntad política de sacar proyectos, pero además hay la visión de que son oportunidades.
¿Por ejemplo?
Iniciamos el proyecto Radars –de protección de gente mayor–. Son proyectos clave que han sido trabajados con entusiasmo.
¿Qué implica el caso Inipro en el día a día del instituto?
A nivel de trabajo no afecta, ya que es una cosa que ya pasó. Además, ha cambiado la dirección y los mecanismos desde entonces. Tampoco hay demasiadas personas implicadas que sigan en el IMSS. La afectación es más a nivel de imagen
¿Como presidenta ha podido acreditar que se realizaron los trabajos?
Esto es una responsabilidad de la justicia, que es la que debe investigarlo.
¿Deben dimitir Ballesteros y Floria por ir a juicio oral?
Deben hacer lo que crean conveniente. Cada persona sabe lo que ha hecho y lo que no.
¿Usted qué haría en su lugar?
Me pesaría la moral y la ética, que son importantes ya que uno representa a un partido y a unas personas.
¿El código ético de su formación le obligaría a dimitir?
No me ha pasado ni lo he mirado, pero diría que sí.
¿Sería más fácil para ustedes pactar con el PSC si Ballesteros y Floria lo dejaran?
Tampoco sería un gran cambio. El caso Inipro se resolverá cuando se acabe judicialmente. Mientras esto no pase, no se puede hablar de un post caso Inipro... Aunque las personas no estuvieran, es una realidad que existe.
Usted no ve al PSC como un posible aliado de gobierno...
A día de hoy tenemos un gobierno de dos, que creemos que es un equipo fuerte y cohesionado, que está tirando hacia adelante medidas que nos gustan.
Pero son solo nueve concejales sobre 27.
Hasta el momento hemos generado consensos suficientes para poder aprobar todo lo que ha sido necesario.
Ahora vienen meses duros por la crisis económica post coronavirus
Y aquí de lo que hablaremos será de cuestiones de ciudad urgentes. Serán situaciones en las que ya no prima tanto el interés del partido, sino de la ciudad. Ahora toca ponerse en la excepcionalidad que vivimos. La verdad es que la actuación de todos es ejemplar.
Entonces, ampliar el gobierno municipal no es una prioridad
No, hay otras urgencias ahora.
En resumen. ¿Se ve igual, con nueve ediles, hasta final de mandato?
Sí. Creo que es un gobierno que impulsamos cambios que se perciben en medidas y en su metodología de trabajo, como el diálogo, la proximidad, la transparencia o la colaboración ciudadana. Esperemos que los tres próximos años sean más tranquilos.
¿Aún no han hecho la asamblea para abrir negociaciones con la CUP?
Las dos concejales ya están haciendo un seguimiento de las medidas acordadas. Tenemos una colaboración estrecha y positiva. Sus aportaciones van en la misma linea de lo que pensamos.
Hay buena relación, pero sin que entren en el ejecutivo...
Son cosas diferentes, y una cosa no quita la otra.
¿Y con Junts per Tarragona?
También. Nadal lleva Espimsa y creo que estamos en una posición que ellos tienen visibilidad y capacidad de hacer cosas.
¿Se ve en un gobierno con Dídac Nadal?
La política es impredecible, pero ahora mismo estamos bien, tenemos proyectos y buenas perspectivas.
Ni PSC ni CUP ni Junts. Con nueve hasta 2023
Estamos muy estabilizados. Ha costado, pero tiramos hacia adelante con los números que hay.
Su compañero de grupo, Hermán Pinedo, ha sido el blanco de las críticas este año.
En general deberían cuidarse más las formas hacia las personas. Hay situaciones que se extreman sin necesidad de que así sea. Lo está haciendo muy bien.
Paula Varas (ERC) denunció machismo y racismo contra ella.
Los ataques a veces se concentran en una persona para debilitar al gobierno. Es una estrategia muy fea, que depende de la elegancia de cada uno...
¿Usted, como el alcalde, sintió «vergüenza» por el «show» de hoteleros en la Plaça de la Font?
No usaría estas palabras, pero es él quien ha estado en las reuniones. Es un momento de sensibilidades a flor de piel.
¿Debe paralizarse la nueva residencia de la Arrabassada por la investigación del fiscal a la empresa que la gestionará?
Lo estamos estudiando. Lo importante es que se garantice la seguridad.
¿Le sorprendió la noticia?
Sí, es una situación muy grave. Espero que para cuando se ponga en marcha todo haya cambiado.
¿Tarragona tendrá playa para perros este verano?
No. Se nos ha retrasado mucho. Habrá, pero ahora aún no.

Carla Aguilar, el pasado martes en la Casa del Mar.