Enamorados de las setas
La Associació Micològica de Tarragona se reúne religiosamente cada martes para hablar de ‘bolets’. Este fin de semana organizan una muestra para compartir su pasión con la ciudad

Miembros de la Associació Micològica de Tarragona en el Institut Vidal i Barraquer.
Es fácil sentirse fuera de lugar cuando se entra en el aula y se les escucha hablar entre ellos de esta o aquella seta de nombre impronunciable (y que al ojo no educado podría parecerle de lo más común). Pero lo cierto es que la sensación no dura demasiado; queda claro que lo suyo es pura pasión, pero también que están deseosos de compartir lo que saben.
Son los miembros de la Associació Micològica de Tarragona que se reúnen religiosamente cada martes en una clase del Institut Vidal i Barraquer (no tienen sede) y pese a que para participar hace falta ser miembro de la entidad, tienen la puerta abierta para que cualquiera lleve las setas que ha recogido. Allí ayudan a identificar las especies y, sobre todo, a saber si son ‘buenas’ para comer.
El grupo se fundó en 2004 por un grupo de apasionados de estos «tesoros escondidos de la naturaleza» como los llaman. Hoy son unos 80, como explica su presidente Fernando Segura.
Este sábado organizan su gran evento anual, la Mostra de Bolets de Tarragona que llega a su edición número doce y que tendrá lugar en el Pati Jaume I del Ayuntamiento de Tarragona. La exposición, gratuita, podrá verse desde mañana sábado de 11.00 a 14.00 h y de 16.00 a 20.00 h, y el domingo de 10.00 h a 14.00 h. De hecho hoy mismo muchos de los miembros de la entidad están en el monte recolectando las especies para la muestra.
Aunque en el grupo hay micólogos expertos y algunos acuden periódicamente a encuentros fuera de España, lo cierto es que todos tienen otras profesiones o son jubilados y han llegado hasta las setas por pura afición.
Hay alguna sonrisa disimulada cuando les preguntamos si tienen algún sitio secreto donde buscar, pero lo cierto es que el grupo también organiza salidas conjuntas. Uno de ellos da en la clave de lo que les mueve a echarse al monte cada vez que tienen oportunidad: «el día que sales y no encuentras nada regresas a casa un poco triste, pero el día que encuentras, por ejemplo, unas cuantas amanita caesarea (una especie muy apreciada) es la repera».
Ernest Gatell, uno de los micólogos más expertos del grupo, explica que este año, aunque ya estamos en otoño, la sequía se nota, así que tendrán que alejarse un poco para encontrar lo que traerán a la muestra. «Ha cambiado el calendario, estamos en octubre y no hay nada». Con todo, explica que en la demarcación de Tarragona existen especies muy interesantes. Él hace unos años, para la elaboración de un libro llegó a describir 992 solo en Prades.
En la muestra del fin de semana, como cada año, ofrecen una visita guiada y todas las explicaciones a quienes quieran acercarse. Si se han recolectado setas, además, pueden llevarse para identificarlas. Eso sí, insisten en un mensaje universal: hay que respetar el bosque.

Lepiota (venenosa) y collybia, no comestible.

Seta pipa, muy apreciada en China.