Zona de Bajas Emisiones
Tarragona prepara el inicio de la ZBE y los comerciantes desconfían
Instaladas cámaras lectoras de matrículas en los accesos a la zona restringida y señalización horizontal para informar a los conductores
Señalización de inicio de Zona de Bajas Emisiones en Tarragona
Tarragona pondrá en marcha la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) el próximo 31 de diciembre. Durante el primer año de vigencia, la medida afectará únicamente a los vehículos de fuera de la ciudad que no dispongan de distintivo ambiental, y de forma progresiva se irán aplicando nuevas restricciones hasta el 1 de enero de 2028, cuando los vehículos con etiqueta B dejarán de tener libre acceso a la ZBE. La asociación de comerciantes La Via T expresa su preocupación por el impacto que la medida pueda tener en los negocios, mientras que una plataforma ciudadana ya ha protagonizado diversas movilizaciones en contra. La concejala de Movilidad, Sonia Orts, afirma a la ACN que la ZBE debe aplicarse por imperativo europeo y que existe “una gran diversidad de excepciones” que reducirán su impacto.
En los últimos días se han instalado las cámaras lectoras de matrículas en los accesos a la zona restringida y se han realizado trabajos de señalización horizontal para informar a los conductores. El ámbito delimitado incluye las calles comprendidas dentro del perímetro formado por la avenida Vidal i Barraquer, avenida Argentina, avenida Catalunya, calle Reina Maria Cristina, paseo Torroja, paseo Sant Antoni, vial William J. Bryant, paseo d’Espanya, calle Comerç y Moll de Costa. Las vías perimetrales quedan fuera de las restricciones.
En una primera fase, la ZBE afectará a los vehículos no domiciliados en Tarragona que, por sus características, no dispongan de etiqueta ambiental. La restricción se aplicará de lunes a viernes laborables, de siete de la mañana a siete de la tarde. No obstante, se contemplan diversas excepciones que permitirán solicitar autorización, como en el caso de personas con movilidad reducida, rentas bajas, vehículos históricos o profesionales, entre otros supuestos. También se podrán conceder hasta 12 autorizaciones anuales a vehículos que no cumplan ninguno de los requisitos. Además, las personas de fuera de la ciudad que se dirijan directamente a aparcamientos subterráneos situados dentro de la ZBE podrán acceder sin necesidad de gestionar ningún permiso.
En cambio, los vehículos empadronados en Tarragona no tendrán limitaciones durante el primer año. A partir del 31 de diciembre de 2026, las restricciones se aplicarán a los vehículos de Tarragona que residan fuera de la ZBE, mientras que para los residentes dentro del área delimitada no entrarán en vigor hasta el 31 de diciembre de 2027. Desde el 1 de enero de 2028, los vehículos con etiqueta B también deberán solicitar autorización, un punto que deberá confirmar la Generalitat. Según las estimaciones del Ayuntamiento, en la primera fase cerca de un 20% del parque móvil de la ciudad se verá afectado por las restricciones.
Preocupación del comercio
El pequeño comercio teme perder clientela con la entrada en vigor de la ZBE. La presidenta de La Via T, Raquel Pizarro, señala las dudas existentes sobre “qué pasará con el comercio si todos estos vehículos no pueden circular por el centro de la ciudad” y advierte de que los centros comerciales, con mayores facilidades de acceso y aparcamiento, podrían verse beneficiados en detrimento del comercio de proximidad.
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Pizarro también alerta de las dificultades para los trabajadores, que podrían tener más problemas para desplazarse a sus puestos de trabajo. Por ello, desde La Via T reclaman la puesta en marcha de transporte público que conecte los aparcamientos disuasorios de las entradas de la ciudad con el centro.
La concejala de Movilidad asegura que esta demanda se cubrirá próximamente con la regulación de las líneas de la Empresa Municipal de Transports, pensadas para facilitar la llegada al centro desde distintos puntos de la ciudad. Orts subraya que la ZBE tiene “una extensión pequeña” y afecta “a una cuarta parte de la ciudad”, y defiende que se hará un esfuerzo pedagógico e informativo para compatibilizar la medida con la actividad económica.
Oposición vecinal y paralelismo con Reus
También se ha posicionado en contra un grupo de vecinos agrupados en la Plataforma Stop ZBE Tarragona, que consideran que la medida les obliga a cambiar de vehículo con el consiguiente coste económico. La plataforma ya ha realizado acciones reivindicativas, como una marcha lenta el pasado 13 de diciembre, y prepara nuevas movilizaciones.
En Reus, la ZBE entró en vigor el 1 de diciembre con características muy similares. Ambas ciudades han trabajado conjuntamente en la redacción de la normativa y han unificado horarios. En la capital del Baix Camp, sin embargo, la oposición social ha sido mayor y el Ayuntamiento afronta hasta cuatro recursos contencioso-administrativos contra la ordenanza.
En Tarragona, el calendario ha estado condicionado por la necesidad de no perder una subvención de los fondos Next Generation, lo que ha obligado a implantar la ZBE antes del 31 de diciembre. Para facilitar la información a la ciudadanía, el Ayuntamiento ha abierto una oficina de atención, habilitado un teléfono de consultas y puesto en marcha en la web municipal un buscador que permite conocer, a partir de la matrícula, cómo afecta la normativa a cada vehículo.