El Ayuntamiento de Tarragona liderará «un frente duro» contra el Gobierno Central si antes de acabar este año no se han licitado las mejoras prometidas en la estación de trenes de la ciudad. Así lo anunció ayer el alcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC) durante un desayuno con los profesionales de la información en el que remarcó que «si a 31 de diciembre no ha salido la licitación para superar las barreras arquitectónicas y eliminar una vía para permitir la implantación del tercer carril nos plantearemos acciones mucho más contundentes».
Ballesteros recordó que el pasado mes de febrero el secretario de Estado de Infraestructuras, Manuel Niño, se comprometió a incorporar escaleras mecánicas y ascensores en la estación en 2016, pero que «no se ha cumplido nada. Estamos tremendamente preocupados», reconoció. Asimismo, sobre el Corredor del Mediterráneo, el máximo representante municipal disparó contra la administración estatal, ya que «han hecho algo impresentable, que es priorizar el tramo Castellón-Valencia. Si creemos en el Corredor del Mediterráneo, debemos creerlo en su principal eje de actividad: Barcelona-Tarragona-Valencia. No Castellón-Valencia».
Por todo ello, el líder socialista se mostró dispuesto a llevar acciones de movilización acordadas en la reunión que mantuvo el pasado mes de febrero con integrantes de la sociedad civil, sindicatos y entidades económicas de la ciudad para reivindicar las actuaciones en el espacio. Ayer, el alcalde detalló que las movilizaciones podrían ir «desde cortar la estación, convocar una manifestación o podemos activar nuestro recurso que está presentado de forma preventiva pero no hemos pedido efectivamente la paralización de la ejecución ni del concurso ni de la licitación del tercer carril. No descartamos hacerlo porque se están riendo de nosotros», indicó.
Sólo 500.000 euros previstos
Amenazas aparte, varias son las acciones que a administración municipal ha llevado a cabo para reivindicar las actuaciones en el equipamiento de la Part Baixa. De hecho, el pasado mes de enero el pleno municipal aprobó por unanimidad (PSC, CiU, PP e ICV) una moción en la que instaba al ejecutivo central a «resolver de forma urgente y prioritaria» los problemas de accesibilidad de la actual estación, mediante una intervención que signifique un «abordaje y la eliminación de las barreras arquitectónicas para dar cumplimiento a los principios de accesibilidad universal».
La moción recordó que la instalación no cumple con la legislación vigente», por lo que se exigen las mejoras para «incrementar la seguridad de los usuarios».
Dos semanas después, el alcalde se reunió con altos cargos de Adif. Tras ese encuentro, el Ministerio de Fomento hizo público un anuncio mediante una nota de prensa en la que detallaba que realizaría una inversión de 6,2 millones de euros en el espacio. Fundamentalmente, las mejoras deben centrarse en la instalación de ascensores y en algún punto también escaleras mecánicas para facilitar el acceso a los andenes, y también la ampliación de los propios andenes.
Las obras de remodelación contemplan también recrecer los andenes (elevar su altura) de nuevo en aras de la accesibilidad. El proyecto incluye, por último, modificar el esquema de vías para incorporar el ancho estándar a la estación. Pese a estas promesas, lo cierto es que los Presupuestos Generales del Estado para 2016 sólo contemplan 500.000 euros para diseñar el proyecto.
Para una última fase de las obras (aún sin fecha) quedará, entre otras mejoras, la adecuación y accesibilidad del tercer andén y del resto de vías que ahora no se remodelan, hasta alcanzar los 15 millones globales.
