«El resumen es que tenemos miedo; mucho miedo. Hemos tenido bajas por agresiones físicas y por ansiedad», explican Jorge Sancho, Paqui Martínez y Nawal Chahid, miembros del comité de empresa de la Residencia de Grandes Discapacitados Físicos Sant Salvador, un centro de titularidad pública y gestión privada.
Se refieren a la situación que están viviendo desde hace más de dos años, cuando derivaron a la residencia a un usuario de Barcelona que acumula un largo historial de violencia contra trabajadores y otros usuarios. El hombre, relativamente joven, ha golpeado a varias trabajadoras y las amenaza con «pasarnos con la silla por encima». A ello se suman los insultos constantes de todo tipo, también de carácter racista y machista. En plena pandemia escupió a una trabajadora que preventivamente, debió confinarse.
«Todos tenemos miedo a entrar a la habitación y cuando le haces el aseo solo estás pendiente de que no te suelte un puñetazo», ejemplifica Martínez.
La estancia de este usuario, en un principio, debía ser provisional. De hecho la residencia es para 30 plazas y la suya es la número 31. Su habitación es la única que no tiene baño porque se hizo tomando parte de un salón.
Los trabajadores se manifestaron ayer por segunda vez delante de los Serveis Territorials del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies para reclamar una solución. Por otra parte, las agresiones también han sido denunciadas ante las autoridades.
Los responsable sindicales señalan, además, que el usuario en cuestión, además de su actitud violenta, tiene problemas con el consumo de drogas por lo que, consideran, esta residencia no es el sitio adecuado para él.
Un caso complejo
Fuentes del Departament reconoce que se trata de «un caso muy complejo que se está siguiendo desde hace meses por parte de los servicios territoriales y del Departament». Apuntan, además, que: «Estamos trabajando para trasladar esta persona a un servicio más especializado donde pueda ser atendida y que dé mejor respuesta a sus necesidades».
Finalmente, aseguran ser conscientes de la situación de los trabajadores: «hemos cerrado ya un plan de trabajo específico para su protección en el centro con medidas concretas».
