El proyecto ‘Rigoletto’ no tendrá continuidad en Tarragona

El Ayuntamiento ha decidido no volver a impulsar el espectáculo «tras estudiar el impacto social y económico»

10 febrero 2022 09:19 | Actualizado a 10 febrero 2022 09:21
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El 9 de julio del año pasado, Tarragona vivía un hecho insólito. Un centenar de artistas del territorio sumaban esfuerzos para ofrecer a la ciudadanía un espectáculo sin precedentes. El escenario del Teatre Auditori del Camp de Mart acogía la ópera Rigoletto, protagonizada por el barítono tarraconense Àngel Òdena e impulsada por el Ayuntamiento. Siete meses después, el Consistorio anuncia que no volverá a impulsar ninguna otra gran producción de este estilo, después de haber analizado el impacto social y económico que generó el espectáculo el año pasado. Pese a que solo 1.200 tarraconenses pudieran ver la función, Rigoletto generó un importante revuelo a nivel mediático, traspasando incluso fronteras. 

La noticia la daba ayer a conocer el propio barítono tarraconense, a través de sus redes sociales. Òdena, disgustado, explicaba que ha intentado tirar adelante la iniciativa, pero que no ha recibido respuesta en todo este tiempo. Finalmente, ayer, el alcalde, Pau Ricomà, le comunicaba que el proyecto Rigoletto no tendría continuidad. «Nos dijeron que sí que había interés en seguir cada año y así poner Tarragona en el mapa cultural. Pero no ha sido así», explica Òdena, quien añade que es una pena dejar perder este espectáculo, «teniendo en cuenta que ya había instituciones, empresas y fundaciones dispuestas a poner su granito de arena en el proyecto». El barítono asegura que «el Ayuntamiento se ha echado atrás», y quiere dejar claro que la queja no la hace por interés propio, ya que cuenta con un contrato laboral hasta 2025. «Mi único interés es mi ciudad», añade.

Contextualicemos un poco el tema. El alcalde, Pau Ricomà, y el que hasta el pasado mes de agosto era el jefe de gestión del área de Cultura del Ayuntamiento, Carles Figuerola, propusieron al barítono Àngel Òdena tirar adelante una ópera en el emblemático Camp de Mart. El artista tarraconense se puso manos a la obra para dar el impulso necesario a la parte artística de esta gran producción. La adaptación de la obra de Giuseppe Verdi reunió a más de un centenar de artistas, entre solistas, figurantes y músicos. Algunos de los nombres propios del espectáculo fueron la soprano Sábina Puértolas, los tenores Antonio Gandía y Roger Padulles, y las tarraconenses Carolina Fajardo y Mireia Tarragó. Òdena encarnaba el personaje principal, Rigoletto.

Además, se consiguió montar una orquesta con músicos del territorio y también un coro, mitad profesionales, mitad amateurs. «Todo esto implicó un trabajo importante a lo largo de un año. Buena parte de él hecho de manera altruista», explica Òdena, quien añade que «con esta iniciativa, el Ayuntamiento dio trabajo a muchas personas de manera directa, entre artistas y trabajadores». Lo más difícil ya estaba hecho, a partir de aquí, la intención era que, año tras año, todo fuera rodado.

El 9 de julio se estrenó Rigoletto, delante de más de un millar de espectadores, con el 70% del aforo por las restricciones Covid. El espectáculo hizo prácticamente sold out, y el eco mediático fue importante. «Vinieron críticos especializados. Conseguimos colocar en el mapa cultural a la ciudad», explica Òdena. 

A nivel económico, el Ayuntamiento aportó una quinta parte de lo que costó la producción. El resto fue a cargo de patrocinadores –60.000 euros– y de las entradas –40.000–. «El problema es que el Camp de Mart está muy poco equipado. No hay camerinos dignos, ni iluminación. Tuvimos que alquilar algunas cosas, lo que encareció el proyecto», apunta el barítono. 

Òdena asegura que ha intentado contactar con la nueva concejala de Cultura i Festes, Inés Solé, «y no ha sido posible». Finalmente, ayer por la mañana, el alcalde le mandó un mensaje explicando que el Ayuntamiento no volvería a producir ninguna otra ópera. «Ya me lo imaginaba. Además, tampoco estamos a tiempo ya. Otra cosa que dejamos perder», acaba Òdena, quien, recordemos, fue el pregonero de las últimas Festes de Santa Tecla.

Valorar el impacto

El Diari ha contactado con la concejala Inés Solé, quien asegura, por un lado, que a ella nunca le ha llegado una propuesta de manera directa. Solé explica que para tirar adelante una iniciativa como esta «es importante hacer una evaluación del impacto social y económico que supuso esta actividad para la ciudad». Además, la concejala insiste en que la situación económica del Ayuntamiento es muy compleja y, por eso, «es necesario marcar unas prioridades y objetivos. Un Rigoletto no es viable». 

Solé asegura que este tipo de espectáculo «no tiene encaje» en las líneas estratégicas y en el programa cultural que hay encima de la mesa.

«Nosotras apostamos por la cultura de base, la de calle, con público familiar y de kilómetro cero», añade. «A estas alturas, deberíamos dejar de hacer muchas cosas para hacer frente a una gran producción como esta», acaba. La concejala se compromete a dar hoy los datos objetivos que muestren el impacto que el espectáculo tuvo en la ciudad. 

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