El concurso para renovar el contrato de la basura de Tarragona, valorado en 233 millones de euros por diez años, va camino de batir todos los récords. El proceso, iniciado en 2022 y que arrastra dos licitaciones desiertas con la posterior empresa ganadora eliminada, ya suma siete recursos pendientes por resolver en el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 2 y el de Instrucción 3 de Tarragona.
El primer gran punto de inflexión se dio el 6 de junio del 2024, cuando el tribunal administrativo eliminó del proceso a GBI Paprec, al estimar una queja de la segunda clasificada –Urbaser–, al entender que la oferta de la compañía más valorada vulneraba las exigencias del pliego de condiciones del concurso. A raíz de ello, el 21 de junio el pleno municipal «acató» la resolución, pero con un añadido: proponer la adjudicación a la segunda del proceso, Urbaser.
Estas dos acciones –la resolución del administrativo y el acuerdo del pleno de Tarragona– provocaron un efecto dominó en forma de recursos a los tribunales de justicia: cuatro entre GBI Paprec, FCC y el Ayuntamiento de Tarragona.
GBI Paprec impugnó al Tribunal Superior de Justícia (TSJC) su exclusión por parte del Tribunal de Contractes y, al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 2, el posterior paso dado por el pleno municipal. En ambos casos solicitó, además, medidas cautelares para volver a ser incluida en el proceso, un hecho que los jueces rechazaron.
Por su parte, y pese a proponer la adjudicación a Urbaser, el Ayuntamiento de Tarragona también acudió al TSJC contra la exclusión de Paprec. Y, finalmente, FCC apostó por la vía judicial para ir contra la Cap de Gestió de Serveis Públics por una presunta «animadversión» contra la compañía por su pasado en la empresa. Esta funcionaria también denunció al Juzgado de Instrucción 3 un posible espionaje.
Ahora, tras descartarse las cautelares solicitadas por Paprec, el consistorio dio un nuevo paso este 24 de abril para proponer, de nuevo, la adjudicación a Urbaser... que ha vuelto a quedar en el aire a la espera de los nuevos recursos de GBI Paprec y FCC ante el tribunal administrativo. Siete recursos, todos vivos todavía sin resolver, que sitúan la suerte final del contrato cada día más lejana en el horizonte.