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Una patrulla de la Guàrdia Urbana vio el pasado lunes alrededor de las ocho de la tarde a un Seat Ibiza que circulaba de forma sospechosa por la avenida Arquebisbe Josep Pont i Gol, vial que enlaza la nueva zona de Joan XXIII y que pasa por delante de la comisaría de este cuerpo y en un lateral de la de la Guardia Civil.
Los agentes dieron el alto al conductor, que llevaba en el turismo a tres pasajeros, dos de ellos menores de edad e hijos suyos. La otra persona sería la canguro. Tras pedirle la documentación, los guardias se percataron de que el vehículo no tenía el seguro obligatorio y que el conductor tampoco podía conducir porque tiene el carné temporalmente suspendido.
Además, los agentes sospecharon de que podía conducir con alcohol en la sangre y pidieron a los compañeros de la Unidad de Atestados de la Guàrdia Urbana que se acercaran para hacer la prueba de alcoholemia, dando ésta un positivo administrativo (por debajo de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado que sería considerado delito penal).
Por todo ello, los agentes abrieron diligencias por un delito al conductor contra la seguridad vial (conducir sin el permiso). Fuentes de la investigación explicaron que los dos hijos se quedaron a cargo del tercer acompañante del coche, su canguro, y se ha citado a Ignacio S.F., el conductor del turismo implicado, para un juicio rápido el próximo jueves 2 de febrero.
