La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha sacado a licitación un proyecto para estudiar la posible deconstrucción del embalse de El Catllar. En este se planteará la viabilidad de rebajar la presa o su eliminación, teniendo en cuenta la mejora de la continuidad longitudinal del Gaià y sin que esto represente un aumento del riesgo de inundaciones.
«Ahora mismo es una infraestructura sobredimensionada, por lo que se está buscando cómo podría adecuarse garantizando que los regantes puedan seguir captando el agua necesaria y eliminando las gaianades», explica el portavoz de la Associació Ambiental la Sínia, Hector Hernàndez, que es la encargada de la custodia del río.
La estructura, que entró en funcionamiento en septiembre de 1977, tiene una altura de 79 metros y un ancho de 384 metros. En un primer momento se construyó como un elemento para almacenar el agua, aunque posteriormente incluso llegó a plantearse que podría servir como reserva de agua del Ebre, para mandarla a Barcelona, por lo que se hizo un recrecimiento. Sin embargo, el embalse –de 59,4 hectómetros cúbicos de capacidad– prácticamente no se ha llenado nunca, por lo que la estructura se ha convertido en una barrera sobredimensionada que dificulta la biodiversidad del entorno. Asimismo, en la cola del embalse se pierde el caudal circulante en superficie, como consecuencia de las filtraciones de agua.
El estudio que ahora se propone consistirá en tres bloques. En el primero de estos, la empresa responsable deberá recopilar información en cuanto a datos de explotación e hidrológicos y redactará un estudio batimétrico. El segundo bloque incluirá una diagnosis de la funcionalidad actual y futura del embalse, en la que se avaluará el riesgo de inundaciones y las posibles afectaciones para los usos existentes. Y, a partir de ahí, se redactará el estudio de alternativas que permitan una restitución del medio, teniendo en cuenta criterios técnicos, de seguridad, de uso social, ambientales y económicos.
El inicio de este trabajo se sitúa después que «el titular de la estructura, que es la empresa Repsol, ha manifestado su intención de dejar de utilizarlo como fuente de agua para la refrigeración de la refinería», según recoge el pliegue de cláusulas. Fuentes de la compañía aseguraban que es un tema «preliminar», del que hasta el momento tienen «escasa información». De hecho, hoy está prevista una reunión con el director de la ACA, Samuel Reyes, en el que se abordará el tema.
La empresa pertorquímica asegura que el agua del embalse constituye una «reserva estratégica» por si en algún momento surge algún problema con el suministro del CAT. Pese a ello, a medida que se ha potenciado el uso de agua regenerada se ha disminuido su demanda, entre otras cuestiones porque ahora mismo tan solo está al 1,6% de su capacidad.
El portavoz de La Sínia asegura que la deconstrucción de una estructura de estas características «es una cosa que no se ha hecho nunca en Europa». La entidad valora que «sería bueno para el territorio», teniendo en cuenta que este entorno forma parte de la Xarxa Natura 2000.
La empresa ganadora del contrato, que ha salido a concurso por valor de 119.231 euros (IVA no incluido), tendrá quince meses para definir esta propuesta. Para La Sínia la vía es clara: mínima reducción posible de la estructura y recuperación ambiental del entorno y de la cantera de Vespella, de la que se extrajeron buena parte de los materiales.