Los test rápidos de antígenos llegaron a las farmacias en plena quinta ola para intentar ayudar a evitar la propagación del Covid que en aquellos momentos se disparaba sin control. Fue a partir del 22 de julio cuando el Ministerio de Sanidad autorizó su venta en estos establecimientos sanitarios. A día 13 de agosto la situación está mucho más controlada y los test rápidos de antígenos que se pueden adquirir en la farmacia se han convertido en una herramienta de fácil acceso que permite conocer si una persona es positiva en Covid en apenas unos minutos. Sin necesidad de pedir cita previa en la seguridad social o en una mutua privada lo que aligera el proceso de saber si una persona está infectada o no.
En las farmacias tarraconenses y catalanas hay disponibles en estos momentos tres tipos de test distintos. El primero es el Test de Antígenos rápido financiado en el marco de una campaña de Salut Pública. Es decir, no tiene coste, tiene validez clínica y se registra en el historial clínico de una persona, permitiendo obtener el Certificado Covid digital de la UE. El segundo Test de Antígenos rápido es el de autodiagnóstico supervisado que también tiene validez clínica, pero que, a diferencia del primero, no está autorizado por la UE para obtener el Certificado Covid y su coste va a cargo del ciudadano. Por último, está el Test de Antígenos rápido de autodiagnóstico que se compra y se hace luego en casa y no tiene validez clínica ni se registra en el historial de la persona. Al igual que el anterior, el coste también va a cargo del usuario.
El presidente del COFT (Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona), Toni Veciana, confirma que los test de antígenos están funcionando de manera muy «positiva» en sus primeras semanas de implantación. Las cifras de ventas que se manejan son elevadas. «Durante estas primeras semanas se han hecho 3.162 test en las farmacias. 2.828 corresponden a los financiados para cribado de ocio libre, mientras que el resto (334 test) corresponden a los de autodiagnóstico supervisados también por los farmacéuticos», explica el presidente del COFT.
El tercer tipo, los test de antígenos que se realizan en el domicilio del usuario, no se han contabilizado y se pueden vender en cualquier establecimiento sanitario. Los otros dos tipos de test se pueden comprar en un 45% de las farmacias de la provincia, 751 en concreto.
El test que más se está vendiendo en estos momentos es el no supervisado que se realiza en domicilios y del que no se manejan cifras, pero se confirma que son superiores a los dos otros tipos de test que se pueden encontrar en farmacias. «El test no supervisado es el que más se vende. La gente lo compra y se lo hace por decisión propia. Normalmente el usuario que lo adquiere es el que ha sido contacto positivo, el que va a visitar a un familiar a la residencia o el que tiene un evento social, como puede ser una cena con los amigos», explica Veciana.
Sin problemas de stock
El precio de estos test oscila entre los 7-10 euros el pack unitario, aunque se recomienda adquirir el pack de 5, ya que salen más económicos y dan más seguridad, ya que un test es una fotografía de un instante y el positivo puede aparecer a los tres o cuatro días. A diferencia de en otras comunidades autónomas en la que estos test han sufrido para mantener el stock, en las farmacias de Tarragona todavía no ha habido problema tal y como confirma Veciana: «De momento no nos consta que haya habido problemas de stock. Quizás en alguna farmacia, pero de manera puntual».
Uno de los usuarios que ha comprado recientemente uno de estos test es Josep que decidió hacerlo cuando conoció que era contacto estrecho de positivo, ya que su novia era positivo en Covid. Aquello le pilló en pleno fin de semana, por lo que la PCR no podía hacérsela hasta la semana siguiente, por lo que fue a la farmacia para quedarse más tranquilo y saber si estaba o no contagiado.
«Para hacerme el tema del test de antígenos en la farmacia, primero llamé para saber si los tenían disponibles y me dijeron que sí, aunque me preguntaron si tenía receta. Fui a la farmacia y al comprar el domiciliario me hicieron firmar un documento conforme si daba positivo era yo el que tenía que informar a Salut porque ellos no podían hacerse responsables, pero yo sí lo tenía que hacer. Llegué a casa, me hice yo mismo la prueba por vía nasofaríngea y por suerte di negativo. Luego a los pocos días ya me hice la PCR en la que por suerte volví a dar negativo», explica.
Para el presidente del COFT, el hecho de que el test de antígenos supervisado todavía no haya superado al no supervisado es debido a «que la gente no tiene conocimiento de que nosotros ya podemos realizar los test en las farmacias». Para él esto es algo que hay que recalcar, ya que la gran diferencia entre el test supervisado y el que se realiza en domicilio es que el primero sí que aparece en el historial clínico, mientras que en el segundo no. «Si Salut es consciente del positivo puede comenzar a rastrear los contactos estrechos del positivo, mientras que en el caso de los test en domicilio si el usuario da positivo depende de su responsabilidad a la hora de avisar a sus contactos estrechos», afirma Veciana.
Los farmacéuticos son un personal preparado que para realizar estos test de antígenos han recibido una formación tal y como confirma el presidente del COFT: «Los test se realizan vía nasofaríngea y para ello todas las farmacias han hecho una formación en la que se le ha enseñado al personal a cómo hacerlo, cómo registrar los resultados y que medidas de seguridad tiene que tomar para evitar posibles contagios».
Los test de antígenos ya son una realidad, pero lo cierto es que ya se llevaban muchas semanas pidiendo que se pudiesen realizar en este tipo de establecimientos sanitarios. El tiempo les ha dado la razón y el presidente del COFT apoya esta postura: «Se ha tardado mucho. Llevábamos meses pidiéndolo. Al principio de la pandemia no había test de autodiagnóstico y luego cuando hubo solo se podían hacer en farmacia con prescripción médica como marcaba una normativa y eso era una barrera que contribuía al colapso. Por eso tuvieron que cambiar la normativa (20 de julio) y entonces ya hemos podido. Ahora tenemos la situación correcta, aunque no podemos relajarnos, hay que seguir utilizando la mascarilla, lavándose las manos y sobre todo vacunarse, que es lo más importante».