El Ayuntamiento de Tarragona tiene previsto incrementar en 2021 la nómina de sus empleados en un 0,9% pese a reconocer en su esbozo de presupuesto que ingresará 1,7 millones de euros menos a lo largo del próximo año. Así lo anunció ayer el concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC), quien remarcó que esta subida supondrá un gasto extra del 0,5% respecto a la partida de personal de este 2020 –que asciende a 58,4 millones de euros–, lo que se traduce en un encarecimiento de los sueldos en unos 300.000 euros.
Según los últimos datos, en este 2020 el paro ha crecido hasta un 21% en Tarragona, el desempleo juvenil se ha disparado un 47,3% y los contratos realizados se han desplomado un 29%, en buena parte por los puestos que se han dejado de crear durante la temporada alta turística. Esto, sin contar la afectación por los ERTE y la paralización de la actividad en muchos sectores durante meses. Pese a todo ello, el segundo teniente de alcalde lanzó ayer un mensaje de «tranquilidad» a sus empleados, que el pasado viernes mostraron su malestar por los «incumplimientos» del gobierno local (ERC-Comuns) con los trabajadores municipales mediante un manifiesto unitario de los seis sindicatos. «Trabajamos para mejorar la estructura laboral municipal», recalcó ayer el edil republicano.
«Las cuentas son sólidas y realistas. Apuestan por políticas keynesianas»Caen la plusvalía y el IBI
Jordi Fortuny. Edil Serveis Centrals (ERC)
Durante la presentación de las cuentas de 2021, cuyas operaciones corrientes bajarán de los 165 millones de este año a los 163,3 del próximo –un 1,04% menos–, Fortuny reconoció que las previsiones de ingresos por los principales tributos que cobra el Consistorio se reducirán en 3,9 millones de euros «por la reducción de la actividad económica en el ámbito turístico». Cabe recordar que la corporación local ha congelado la mayoría de tasas e impuestos para el próximo año.
El principal tributo afectado será la plusvalía, que se reducirá de los 6,8 millones previstos de este 2020 en un 27%, con un volumen menos de ingresos de 1,8 millones de euros. Asimismo, las tasas de actividades locales –como las licencias, aperturas y museos– bajará en un millón de euros, lo que significará una reducción del 34% respecto a este 2020. La caída de actividad económica supondrá también unos 850.000 euros menos entre ocupaciones de vía pública –como las terrazas, muy tocadas por la Covid– y las zonas azules de parking–, mientras que el Ayuntamiento prevé dejar de cobrar unos 225.000 euros en lo referente a la tasa turística.
«Cuando nos envíen el presupuesto haremos nuestras propuestas»Pese a ello, Jordi Fortuny remarcó que se tratan de unas cuentas «realistas y seguras», que «se han cocinado a fuego lento durante meses». Para compensar esta bajada impositiva, finalmente el Ayuntamiento podrá contar con la subvención estatal para el transporte público, que significará una inyección de 1,9 millones de euros, así como un aumento de la aportación estatal de 750.000 euros respecto a los 38,5 millones de este 2020. Todo ello también se compensará «con algunos ahorros», como los 200.000 euros menos de gasto en la incineradora; los 1,5 millones menos gracias a la «renegociación de contratos»; o los 239.000 menos en gastos financieros.
Sandra Ramos (PSC)
Puig: «Cuentas germánicas»
La nota positiva de las previsiones del próximo año es que el capítulo de inversión se dispara un 35%, llegando hasta los 17 millones de euros. Para ello, el Consistorio aumentará su deuda, tras lograr cerrar 2020 en positivo y con un remanente que no se conocerá hasta el mes de marzo, pero que en todo caso será superior a los dos millones. «Apostamos por la inversión pública y las políticas Keynesianas, ahora más que nunca», resaltó Fortuny.
«No tenemos nada. Actúan como si no estuvieran en una minoría absoluta»Por su parte, el responsable del área de Territori, Xavier Puig (ERC), definió las previsiones del próximo año de «germánicas y realistas», que servirán para «reactivar la economía». Entre las principales inversiones, destacan los 3,7 millones para el proyecto de urbanización de las parcelas Iborra, así como los casi 1,2 para las cargas urbanísticas del PP10 (donde debía ir Ikea).
Rubén Viñuales (Cs)
Asimismo, entre las actuaciones que llevará a cabo el Ayuntamiento el próximo año destacan los 200.000 euros para la instalación de las cámaras de seguridad en los accesos a las urbanizaciones de Llevant, así como otros 190.000 «para poder abrir» el Palau d’Esports, ya que el acuerdo con la Generalitat para su traspaso está «muy cerca».
«No nos han enviado la última versión y no sabemos si aceptan lo que les planteamos»Paralelamente, en materia cultural se reservan 400.000 euros para la biblioteca de Torreforta y 190.000 para la de Sant Pere i Sant Pau, así como 150.000 para el centro de arte en el Mercat del Fòrum y 30.000 para el de la Tabacalera. Por lo que se refiere a Patrimoni, destacan los 300.000 euros para el proyecto de Porta Tarraco, así como los 225.000 para Ca l’Agapitu.
Dídac Nadal (Junts)
Paralelamente, se actuará en plazas de barrios, como la de la 5ª Promoción (350.000) y la Catalunya (440.000) de Sant Pere i Sant Pau, la de la Floresta (300.000), la Primero de Mayo (20.000) o la del Institut Torreforta (300.000). También habrá 600.000 euros para carriles bici.
Pleno antes de final de año
Asimismo, por lo que se refiere al estado de las negociaciones para poder aprobar el presupuesto, Jordi Fortuny avanzó que estas «están muy avanzadas», y que confía tener el OK del pleno municipal «la semana del 28 de diciembre». Pese a ello, ayer, la mayoría de formaciones que están en la oposición –como PSC, Cs o el PP– reconocieron «no tener números», mientras que Junts está «pendiente aún de saber si se aceptan las propuestas que presentamos». Las cuentas ya están, pues, en su recta final.
«Estamos en un proceso interno de deliberación»
CUP
