Elecciones anticipadas en Catalunya

El veto de los Comunes al complejo de ocio Hard Rock, proyectado en terrenos de Salou y Vila-seca, ha resultado al final insalvable y ha derivado en el rechazo a los Presupuestos de la Generalitat, lo que provocó que el presidente del Govern, Pere Aragonès, decidiera adelantar las elecciones catalanas al próximo 12 de mayo.

Se trataba de la crónica de un avance electoral anunciado, toda vez que, tumbadas las cuentas, el líder republicano, con solo 33 de los 135 diputados del Parlament, habría perdido cualquier margen de maniobra en un año electoral en el que Catalunya afronta grandes desafíos y tendría que sufrir el desgaste de votar las modificaciones de crédito para atender emergencias como la de la sequía. En una comparecencia solemne, el president criticó los «vetos cruzados no contra el Govern, sino contra los ciudadanos de Catalunya y los servicios públicos del país» de grupos parlamentarios que, según denunció, han actuado con «irresponsabilidad».

Visiblemente contrariado, Aragonès admitió que «Catalunya se merecía una legislatura entera, la ciudadanía del país la merecía, y también merecía los mejores presupuestos posibles, pero ahora no es momento de lamentaciones sino de mirar hacia adelante». Y es que desde 2010, desde el último mandato del socialista José Montilla, Catalunya no agota una legislatura.

Esta inestabilidad no contribuye, desde luego, a que el país progrese y avance al ritmo que merecen sus ciudadanos y supere los incontables e importantes retos a que se enfrenta para volver a ser una de las principales locomotoras del Estado.

Los catalanes necesitan un gobierno fuerte y estable que anteponga el bienestar y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos a cualquier otro interés partidista o personal. Sea como fuere, lo cierto es que esto no llegará en las próximas semanas, que vendrán marcadas por una campaña electoral que, si bien arrancará oficialmente el 26 de abril, está ya encima de la mesa, con todo lo que ello implica. Para Catalunya e incluso para la gobernabilidad del conjunto del Estado.