- ¿Cómo empezó con esto de la música?
- En casa siempre hemos estado rodeados de arte. Mi madre pinta y mi padre también es músico. Nos gusta mucho la cultura, y era inevitable que esto me saliera por una parte u otra. Veía tocar a mi padre con la guitarra, y le pedí que me enseñara. Entonces me apunté a clases, empecé a tocar, a componer...
- ¿Qué tal eso de tocar con su padre? Es guitarrista del grupo y productor...
- Yo había tocado con amigos. Y sí que es cierto que tener un familiar en el grupo es distinto. Pero la experiencia me ha ayudado a descubrir una vertiente diferente de mi padre y compartir experiencias padre-hijo que de otra forma no habríamos vivido.
- Hábleme de Llops de Mar.
- Es un proyecto que nació hace unos tres años y medio. Empecé a escribir hace mucho tiempo, cuando todavía era un adolescente que tenía mucho por ver, conocer y también descubrir. Son inquietudes, recuerdos, experiencias relacionadas con varios momentos de mi vida que tenía que plasmar...
- ¿Cómo grabaron el disco?
- No somos una familia adinerada pero tenemos un pequeño estudio en casa, donde componemos, grabamos...
- Empezó a componer en un esplai.
- Empecé cuando estudiaba primero de ESO. Estaba pasando por una época complicada, estaba bastante deprimido, perdido y no sabía qué hacer con mi vida. Hasta que fui a un esplai. Mi padre me aconsejó que llevara la guitarra conmigo. Y así lo hice.
- ¿Qué tal le fue?
- Me encontré con mucha gente de mi edad, y varios de ellos estaban igual de perdidos que yo. Me ayudaron a decidir qué camino tomar en mi vida.
- ¿Qué quiere evocar con sus letras?
- La mayoría son historias que necesito explicar. En muchas ocasiones también suelto algún consejo, que pueda servir a gente que podría encontrarse en situaciones por las que yo he pasado. También expreso inquietudes que tuve la necesidad de escribir.
- ¿Es terapéutico?
- Si tengo algún problema o me siento mal con algo, lo exteriorizo mucho mejor convirtiéndolo en música. Cuando de un problema hago una canción, me libero. Sí, para mí es algo terapéutico.
- Disfruta componiendo.
- Totalmente. Es algo que intento hacer cada día. Me ayuda a seguir adelante. Y me abre puertas.
- Analizando donde le ha llevado todo ello, ¿qué le parece?
- No puedo quejarme. Hemos hecho bastantes conciertos. También hemos participado en algún festival, como el Altacústic, donde vino mucha gente de público, y merece la pena. Lo recomiendo a cualquiera a quien le guste la música en directo. Incluso una canción del disco, Mar i Ell, fue utilizada por un anuncio del Club Súper 3.
- ¿Se lo esperaba?
- Para nada. De hecho, aún no he conseguido encontrar el anuncio. Me llamó mi profesor de guitarra para decírmelo, estaba muy contento. Yo no me había enterado.
- ¿Están contentos del recibimiento que ha tenido su primer disco?
- Sí, ha sido muy bien recibido, y de momento público no nos ha faltado nunca. Además, tenemos la suerte de que no solo atraemos a una franja de edad, sino a gente de todas las edades. Nos gusta poder llegar a todo el mundo.
- ¿Piensan ya en un segundo trabajo?
- Estamos grabando maquetas, aunque es pronto para poder saber cuándo saldrá.
- Vivir de la música no es fácil... ¿Cómo ve la situación del sector?
- Dentro de la música hay parcelas para todos, pero yo creo que siempre hay que tener una actitud creativa. Hay música de intérpretes, que está muy bien, pero creo que si quieres hacerte un sitio en este mundo debes ser creativo, ser tú mismo. No siempre es bueno ponerse dentro de un personaje. Para mí es muy importante saber definirte bien, saber qué quieres decir y hacer sonar. Aunque sé que es difícil expresar una idea con la música.