Pesca
Expertos advierten que cambiar las reglas de la pesca cada año impide la buena evaluación científica
La investigadora Eve Galimany defiende las medidas de conservación, pero critica el intento de reducir las cuotas para 2026

Eve Galimany, investigadora del ICATMAR y del Instituto de Ciencias del Mar - CSIC
El Instituto Catalán de Investigación para la Gobernanza del Mar (ICATMAR) advierte a Bruselas que “cambiar las reglas del juego cada año” sobre las restricciones de pesca en el Mediterráneo impide realizar una evaluación científica adecuada.
En una entrevista a la ACN, la investigadora de ICATMAR y del Instituto de Ciencias del Mar, Eve Galimany, se opone a la reducción de días de pesca para 2026 que propone la Comisión Europea. Galimany reclama que se mantengan los mismos que en 2025 para poder “evaluar bien” el impacto en los stocks de peces y, al mismo tiempo, aplicar tres medidas de conservación: la selectividad de las redes, las puertas “voladoras” que preservan el fondo marino y el cierre de zonas de pesca a determinadas profundidades.
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“Existen muchas otras medidas (aparte de las cuotas) que ecológica y biológicamente tienen mucho más sentido”, asegura la científica de ICATMAR, que también pide tener en cuenta el impacto socioeconómico de las restricciones de pesca. De hecho, una de las nuevas medidas de conservación que permitirá ganar días de pesca ha sido propuesta por ICATMAR: el cierre de zonas de arrastre a profundidades de entre 300 y 600 metros de al menos el 10% de los caladeros, evaluando cuáles deberían quedar afectados.
Negociación de cuotas en marcha
Los ministros de Agricultura y Pesca de los países miembros de la Unión Europea se reúnen este jueves y viernes en Bruselas para negociar las cuotas pesqueras de 2026. El sector pesquero catalán sigue muy de cerca estas negociaciones, que marcarán los días que podrán salir a pescar el próximo año y los métodos de pesca que deberán modificar para revertir la sobreexplotación de las poblaciones de peces en el Mediterráneo.
La Comisión Europea ha presentado una propuesta que implica una reducción del 65% de los días de pesca para la flota de arrastre de Catalunya en 2026 respecto a 2025, pasando de 27 a 9,7 días de media al año. Sin embargo, la CE permitirá que puedan salir los mismos días que en 2024 (unos 140 días) si aplican más medidas de conservación ambiental, como el uso de redes especiales o el cierre de la pesca a mayor profundidad. Desde Bruselas también prevén recompensar a los pescadores que este año ya hayan implementado medidas.
ICATMAR discrepa de Bruselas
ICATMAR realiza un seguimiento de la pesca de arrastre en la costa catalana y aporta datos científicos al Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STECF, por sus siglas en inglés), que asesora a la Comisión Europea. Desde ICATMAR aseguran que en 2025 ha habido “una recuperación” de las especies en la costa catalana, por ejemplo de la gamba roja.
El último informe del STECF detecta una mejora de los stocks en el Mediterráneo, pero señala que aún hay especies vulnerables, especialmente el escamarlán. El comité concluye que se deben mantener medidas de pesca selectiva y adoptar “más medidas” para los stocks más vulnerables. Sin embargo, el STECF se queja de la falta de datos y tiempo para realizar una evaluación científica y socioeconómica adecuada, e incluso advierte que los modelos científicos deben “interpretarse con precaución”.
“La CE no da suficiente tiempo a los expertos para trabajar estos datos y, lo que es más importante, discutirlos”, dice Galimany. Según ella, los modelos matemáticos sobre los stocks de peces en el Mediterráneo están “dando resultados diferentes”. “Falta mucho trabajo detrás”, advierte.
Galimany es partidaria de un “marco de trabajo” que garantice el respeto por el medio ambiente, pero que permita a los pescadores “ganarse la vida con su trabajo”. Según ella, las reglas del juego que se marcan a nivel de la Unión Europea deberían ser más estables y predecibles, con medidas que se apliquen “dos o tres años” y un margen de tiempo suficiente para que los científicos evalúen su impacto.
La investigadora de ICATMAR también considera que se debería tener en cuenta que la pesca no es el único factor que influye en el estado de las especies marinas: “El mar es un ambiente muy alterado por muchos factores”, como la regeneración de playas, la construcción de puertos o el cambio climático, explica.
Precisamente señala el calentamiento global como responsable de la situación del escamarlán, la especie más vulnerable que está marcando la reducción de las cuotas pesqueras para Catalunya en 2026 según la propuesta de la CE.
“Seguramente nunca se recuperará porque no es la pesca la que está causando su declive”, opina Galimany.