Atentados de 2017
El análisis de la radicalización de los terroristas de Barcelona y Cambrils
Una investigación liderada por los Mossos d’Esquadra y universidades andaluzas identifica los elementos psicológicos, sociales y creenciales que precipitaron los atentados de agosto de 2017 en las dos ciudades

Un estudio científico publicado en la revista Behavioral Sciences of Terrorism and Political Aggression ha identificado los factores clave que contribuyeron a la radicalización violenta de la célula terrorista responsable de los atentados del 17 y 18 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils.
La investigación se enmarca dentro del Projecte Camins, liderado por la Comissaria General d’Informació dels Mossos d’Esquadra, con la colaboración de los grupos de investigación de las universidades de Córdoba, Granada y Burgos.
El análisis se ha basado en una muestra extensa de fuentes: 200 declaraciones policiales, 50 entrevistas semi-estructuradas con familiares y personas del entorno de los implicados, 123 evidencias tecnológicas, 25 pruebas físicas, 18 virtuales y varios informes complementarios. El objetivo ha sido comprender en profundidad los mecanismos que empujaron a los diez jóvenes miembros de la célula a emprender un proceso de radicalización violenta, y extraer lecciones útiles para prevenir futuros casos.
Factores de riesgo: una red compacta
Según los resultados del estudio, la radicalización fue el resultado de un desequilibrio claro entre factores de riesgo —más potentes y conectados entre sí— y factores de protección, que resultaron débiles y dispersos. Entre los elementos de riesgo más influyentes destacan los de índole psicológica, como la búsqueda de significado vital, el autoritarismo, la percepción de amenaza (real o simbólica), la obsesión grupal o el extremismo religioso-político. También se señalaron actitudes segregacionistas y antidemocráticas como factores determinantes.
En contraste, factores protectores como la integración social, el nivel educativo o las amistades externas a la célula no tuvieron el peso suficiente para contrarrestar las dinámicas internas del grupo. Incluso las conexiones sociales que mantenían con personas ajenas a la célula no lograron frenar su deriva hacia la violencia.
Investigación sin estigmas ni sesgos
El Projecte Camins fue impulsado por la Comissaria General d’Informació como respuesta a los atentados del 17-A, con el propósito de evaluar y mejorar los programas de prevención de extremismos violentos conocidos como #PREV. Bajo la coordinación de la Unitat Central de Prevenció d’Extremismes Violents y con la participación del doctor Manuel Moyano Pacheco (Universidad de Córdoba), el equipo combinó metodologías policiales y académicas, integrando psicología forense, ciencias del comportamiento y análisis social.
La codificación anónima de los datos garantizó la objetividad y evitó cualquier sesgo. El enfoque metodológico partió de un metaanálisis de Wolfowicz et al. (2021), complementado con una revisión sistemática de Ohls et al. (2023). Los factores se organizaron en cinco dimensiones: sociodemográficos, experienciales/actitudinales, creencias subjetivas, criminógenos y psicológicos.
Herramientas para anticipar y prevenir
Este trabajo consolida el liderazgo científico de la Comissaria General d’Informació en el ámbito de la prevención del extremismo violento, y posiciona al Cos de Mossos d’Esquadra como un actor clave en la seguridad preventiva en Catalunya. Desde 2015, los Mossos han impulsado los planes #PREV junto a diversos sectores —educación, servicios sociales, infancia, justicia, asociaciones culturales y deportivas, entre otros— para detectar y frenar la radicalización en sus primeras fases.
La relevancia de esta investigación no solo radica en el análisis retrospectivo de los atentados de 2017, sino en su potencial para mejorar las herramientas de evaluación de riesgos y aportar nuevas claves sobre un fenómeno del que aún se tiene conocimiento limitado. En un contexto global donde la prevención es tan crucial como la intervención, estudios como este ofrecen bases sólidas para anticiparse a futuras amenazas.