Sillas, pasamanos o grúas en el agua, la Costa Daurada innova hacia playas más accesibles

La URV, a través del International Center for Lifelong Learning Tourism (ICLEAT), llevó a cabo el año pasado un estudio de la accesibilidad en las playas de la Costa Daurada donde observaba un avance en recursos disponibles para personas discapacitadas, pero alertaba de «carencias para garantizar un turismo plenamente inclusivo». 

El estudio ponía el foco en ampliar el baño asistido y acciones como «reforzar accesos a equipamientos como lavabos, aparcamientos y rampas». Este verano, muchos de los ayuntamientos de la Costa Daurada han hecho avances de cara a mejorar la accesibilidad de sus playas, uno de los principales activos turísticos del territorio.

Es el caso de Vila-seca, que desde esta semana cuenta con una nueva zona de baño en la playa de La Pineda para personas mayores o con problemas de movilidad. Se trata de una instalación que se ha fijado en la orilla, dentro del agua, y que cuenta con sillas y zona de sombra para pasar un rato a remojo sin riesgo de caerse. En los próximos días se completará la instalación con una barandilla para poder acceder con garantías y un sistema de corcheras para poder bañarse con sujeción. Este área de baño se ha dispuesto en la zona del Pinar de Perruquet, junto a la base de socorrismo.

«Desde hace muchos años tenemos el sistema de sillas anfibias para el baño asistido. Hay tres sillas y tienen mucha demanda. Además, otras personas nos habían manifestado las dificultades para acceder al baño, no solo por problemas de movilidad, sino también por edad», explica el concejal de Servicios Generales del Ayuntamiento de Vila-seca, Josep Toquero. El espacio dispondrá de 16 sillas y, una vez acabe el verano, se desmontará como el resto de servicios de playa de La Pineda. El acceso es completamente libre y, si cuenta con mucha demanda, desde el consistorio plantearán una segunda zona de baño con sillas en el Racó.

Este tipo de instalaciones no son nuevas. En otras localidades, como Cunit, fueron pioneros y ya hace años que funcionan. Son un recurso muy utilizado por personas mayores que residen en el municipio, pero que incluso se desplazan desde los alrededores. En Salou también está previsto disponer de un espacio así en la playa de Llevant, pero esta temporada todavía no se ha dispuesto.

En otros municipios, como L’Hospitalet de l’Infant, los avances en materia de accesibilidad se traducen en nuevas medidas como una silla anfibia pediátrica, pérgolas con señalización, una ducha con grúa para mayor confort y la adaptación de plazas de aparcamiento. También se han sustituido las pasarelas de hormigón por otras de madera con bandas de color.

Mont-roig del Camp, por su parte, ha instalado este verano líneas de vida (pasamanos) en la Cala Misteri y en la Playa Cristall, en Miami Platja, con el objetivo de mejorar la seguridad y la accesibilidad en el mar, especialmente para las personas con movilidad reducida.