Camiones cargados de arena de Torredembarra para rellenar la playa de Altafulla

El Port de Torredembarra empezó este 1 de diciembre el traslado de 7.000 metros cúbicos de arena hacia la playa de Altafulla, cumpliendo con lo que le exige su título concesional y siguiendo indicaciones del Ministerio para la Transición Ecológica. La arena se está extrayendo de la Paella, en el tramo entre el dique de Llevant y el paseo del Mediterrani, en la parte más cercana a la línea de agua y en la franja que supera los 140 metros de anchura. Se draga con la ayuda de excavadoras hacia el paseo de Rafael Campalans, donde se carga en camiones que realizan el trayecto por carretera hasta Altafulla y la dejan en la zona del Fortí. Allí, el Ayuntamiento altafullense se ocupará de aplanar los sedimentos para tratar de dar lugar a una playa con más músculo, pendiente de los temporales que puedan venir en invierno. El proceso de transvase se alargará entre 10 y 15 días.

Es la primera vez que el puerto debe realizar, obligado por contrato, un movimiento entre las partes secas de ambas playas. Y querría que fuese la última: pedirá modificar la condición de la concesión que le obliga a redistribuir arena porque entiende que esta «obedece a una situación teórica y no real» además de ser «insostenible económicamente», y defiende que la infraestructura es un «final de celda» y que su presencia y su actividad «no guardan relación con la situación que tenga la playa de Altafulla».

El director del Port de Torredembarra, Oriol Milà, incide en cuestiones medioambientales: «Tanto la playa de Torredembarra como la de Altafulla están estabilizadas. Cualquier movimiento extra las desestabiliza y eso desencadena despropósitos. Desde el punto de vista ambiental y de dinámica litoral, hacerlo es perjudicial».

El Port ha encargado un estudio al Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, con el profesor Raúl Medina, cuyas primeras conclusiones señalan que «las dos playas son independientes desde el punto de vista dinámica» y que «con puerto o sin él, la playa de Altafulla tendría los mismos problemas». «Queremos instar a un cambio sustancial del título concesional porque está mal planteado», detalla Milà. E incide en que el puerto torrense es, posiblemente, «de los de Catalunya, el que mayor inversión ha hecho en restaurar los hábitos del entorno», con ejemplos como el Biotop que se inauguró hace un par de años.

El movimiento de 7.000 metros cúbicos es la primera parte de un global de 14.000. Por eso, el año que viene, en primavera habrá un segundo traslado. El proyecto se aprobó este mismo 2025. El destino de los sedimentos, Altafulla, lo marca el Ministerio para «reforzar el frente litoral altafullense ante la llegada de los temporales de invierno».