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Sigue tapiado para evitar el expolio que comenzó a sufrir cuando cerró sus puertas hace unos años. Pero no se ha frenado la degradación. El desprendimiento de trozos de una cornisa del antiguo teatro y cine Brisamar de Coma-ruga ha obligado a prohibir el paso por la acera anexa para evitar accidentes.
El edificio es público y el Ayuntamiento hará las obras de consolidación a principios del próximo año. Se centrarán en una cubierta sostenida por columnas que se ha mostrado muy debilitada.
Pero las obras sólo son para abrir la acera con seguridad para los peatones, porque de momento no hay un proyecto para un edificio que entre 1961 y 1975 dio un gran nombre a Coma-ruga pero que está cerrado hace años.
Mala imagen
Los vecinos lamentan el estado del histórico teatro y temen que la degradación seguirá y acabará siendo un problema de seguridad. El teatro Brisamar podría sumarse así a otro inmueble cerrado y saqueado que no ayuda en nada a la imagen del barrio como es el antiguo balneario Tabaris.
El vallado de la calle junto al antiguo cine y teatro muestra la necesidad de una actuación en el edificio que compró el Ayuntamiento en 2008 por 1,2 millones de euros. Pero el estudio del estado del inmueble reveló que adecuarlo y adaptarlo a la legislación en materia de seguridad era inasumible para las arcas públicas.
Saqueos
Tras la adquisición del edificio era muy accesible y sufrió saqueos y daños en el interior que alarmaron a los vecinos. Fue la puntilla para destrozar el inmueble. Cuando se tapió en 2012 ya no quedaba nada que proteger. Y la falta de proyectos y de inversión hace temer que la degradación prosiga.
Los vecinos de la zona plantean que el que fue un emblema de Coma-ruga pueda destinarse a usos recreativos y sociales que revitalicen la zona durante todo el año y como los que tuvo durante décadas. Desde que se tapió en 2012, no se ha estudiado ninguna posibilidad viable por el elevado coste que tendría la adaptación.
Como el Tabaris
Los vecinos temen que el antiguo teatro acabe en total abandono al igual que sucede con otro edificio que fue emblemático en Coma-ruga como fue el antiguo balneario del Tabaris, que también es de propiedad municipal.
El que fue un centro termal de gran prestigio en la costa mediterránea está totalmente abandonado y también tuvo que ser vallado hace unos años porque se desprendieron cascotes de la estructura. El anterior Consistorio aseguró que el edificio no amenaza ruina, pero la imagen es mala junto a un parque de juegos muy usado por vecinos y turistas y los vecinos temen que pueda haber algún accidente.
Zona balnearia
Reiteradamente el Ayuntamiento ha planteado la posibilidad de recuperar el Tabaris con una zona balnearia de carácter público, pero no han llegado inversores. El derribo también está descartado ya que en su interior hay unos valiosos murales del artista Santiago Padrós, el mismo que hizo los que la fachada del teatro Brisamar.
En el caso del Tabaris tanto el edificio como los entornos tienen una calificación de equipamientos y el Plan General se modificó para detallar que podía acoger una instalación termal pública.
La situación de los dos edificios que fueron emblema de la Coma-ruga que fue centro termal de atracción internacional lleva a los vecinos a denunciar el abandono que sufre el núcleo.
