Alexas en el Baix Penedès para ayudar a las personas mayores que viven solas

L’Arc Serveis, que ofrece servicios de atención asistencial a domicilio, ha comenzado a distribuir asistentes virtuales controlados por voz, popularmente conocidos com Alexa, en viviendas del Baix Penedès y del Tarragonès.

Es una prueba piloto que da continuidad al proyecto ganador del concurso que impulsó L’Arc de Proyectos Sociales que se hizo en la Universitat Roivira i Virgili (URV) para implantar sistemas que ayudasen a las personas mayores en su día a día para mejorar su autonomía.

Los dispositivos se entregan en ocho domicilios del Baix Penedès y del Tarragonès. La prueba se hará durante nueve meses. La idea ganadora del concurso es de Carla Martínez Abadia, estudiante de segundo curso de grado en Trabajo Social de la URV.

Mejorar la autonomía

Ese dispositivo debe permitir autorizar tareas y procesos para la mejora de la autonomía y de las actividades de la vida diaria de las personas de edad avanzada.

Los asistentes virtuales controlados por voz son donación de CCA Copland Comunity Association. En los domicilios donde se entreguen los dispositivos se hará un seguimiento con la participación de concejalías del municipio, entidades, trabajadores sociales, profesionales del Servei d’Ajuda a Domicili (SAD), seguridad y miembros de la plataforma Ambaixadors del Bon Tracte.

Para seleccionar las viviendas se ha valorado el estado cognitivo del usuario, grado de soledad, implicación del entorno y el apoyo viable y real de la aplicación.

Aplicaciones

Los agentes participantes realizarán un seguimiento semanal. En función del resultado se añadirán aplicaciones al dispositivo como la alerta de medicación, talleres de memoria, seguridad, música o llamadas con la coordinadora del SAD.

El seguimiento será cuantitativo y cualitativo con la filmación de imágenes para valorar el uso. Posteriormente se hará una valoración.

La gerente de L’Arc Serveis, Jerusalem Torra, destaca la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías para ayudar a las personas mayores y a la vez luchar contra la brecha digital.

Apunta no obstante que las nuevas tecnologías no deben remplazar las relaciones sociales ni ocupar el lugar de las personas, «pero debemos encontrar el equilibrio y adaptar los recursos que tenemos en beneficios de las personas mayores que viven solas»